La guía de viaje propone redescubrir Nueva York, Boston, San Francisco y Los Ángeles, a partir de las localizaciones de reconocidas películas que la plataforma de cine tiene en su catálogo.
La guía, creada por ambas marcas, quiere acompañar al público viajando hacia los cuatro destinos norteamericanos de la aerolínea de IAG, ya que identifica las que han sido localizaciones de cine y sets de grabación de las diferentes películas.
Esta guía ya está disponible en el servicio de entretenimiento a bordo de la compañía aérea, para que el pasaje pueda ultimar los imprescindibles para visitar pocas horas antes de llegar a destino.
LEVEL, la aerolínea de bajo coste, con base en Barcelona, vuela sin escalas a Nueva York, Boston, San Francisco y Los Ángeles y, de hecho, es la única línea aérea que conecta de forma directa Barcelona con estas últimas tres ciudades.
Las películas que reflejadas en la guía son muy diferentes entre sí y van desde un clásico como Manhattan (1978) de Woody Allen; el documental Ex Libris: La biblioteca pública de Nueva York (2017); una historia de amor como es Love Story (1970) de Arthur Hiller o la inquietante Carretera perdida (1997) de David Lynch.
Más allá del ‘I love NY’
No es tarea fácil redescubrir una de las ciudades más codiciadas del planeta. Pero el cine siempre ofrece la ocasión. Uno de los puntos que destaca esta guía es la Biblioteca Pública de Nueva York, a la cual el veterano Frederick Wiseman ha hecho un auténtico homenaje en uno de sus últimos trabajos: Ex Libris: La biblioteca pública de Nueva York (2017).
Boston: progreso y tranquilidad atlántica
El centro de la capital de Massachusetts es casi un protagonista más de Spotlight (2015). Este en film de Tom McCarthy, el reportero Michael Rezendes se pasea por lugares tan emblemáticos como las gradas del Fenway Park (casa de los Red Sox), la biblioteca pública o la plaza Copley, que dejan entrever la relativa tranquilidad que se respira en Boston y cómo se parece cada vez más a una urbe mediana europea.
Los Ángeles: de la racionalidad del este al hedonismo de la Costa Oeste
Si hay un nombre que permite conocer un Los Ángeles distinto (más lejano a la imagen del paraíso de sol) es David Lynch. Uno de los enclaves de sus películas que todavía se puede visitar hoy en día – muchos otros ya forman parte del pasado – es el edificio ‘Firestone’, el garaje de Arnie en Carretera perdida (1997).
Estás en San Francisco, así que ¡corre!
Una de las perspectivas más bonitas de la ciudad puede verse desde Alamo Square Park, como muestra Philip Kaufman en La invasión de los ultracuerpos (1978), su quinto trabajo como director. En el film, el protagonista Benell (interpretado por Donald Sutherland) llega hasta el parque (corriendo y subiendo las empinadas cuestas de San Francisco, todo un icono del destino), donde se encuentra con la fotogénica hilera de casas victorianas de distintos colores.