Algunos datos
En la Lotería de Navidad se juegan 100 000 números (entre el 00000 y el 99999) organizados en 172 series. Cada número consta de 10 décimos. Por lo tanto, se ponen en juego un total de 172 000 000 décimos que, de venderse todos los décimos disponibles, supondrían unos ingresos para la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) de 3 440 millones de euros.
Según la normativa del sorteo, solo el 70% de lo jugado se destina a premios (2 408 millones de euros). El resto, 1 032 millones de euros, se lo embolsan directamente las arcas del Estado.
En cuanto a los premios, se reparten un total de 15 304 premios. El premio estrella es el Gordo de Navidad, con un total de 400 000 euros al décimo (20 000 euros por euro jugado). Los premios de menor cuantía son las pedreas (100 euros al décimo a 1 794 números) y el reintegro (20 euros a cada décimo que termine en el mismo número que el Gordo).
Es de sobra conocido el análisis de las probabilidades (pequeñas, muy pequeñas) de que toque cada uno de los diferentes premios, pero hay un aspecto menos tratado que es el resultado económico de este sorteo. Si el objetivo de la persona que juega es que le toque el Gordo, en realidad es la Administración la que lleva todas las de ganar en este juego. Analicemos el resultado económico desde el punto de vista del Estado.
Ingresos del Estado por la Lotería de Navidad
Ya hemos visto que, si se vendieran todos los décimos en juego, se recaudaría un total de 3 440 millones de euros. Sin embargo, según datos de SELAE, hay algunos décimos que no se venden: en 2021 se han vendido un total de 151 428 219 décimos, lo que supone un ingreso total de 3 028 564 380 euros. Así, el Estado ha jugado 411 435 620 euros (20 571 781 décimos), y puede ingresar los premios que le correspondan si dichos décimos son agraciados en el sorteo.
Además, según la normativa, todos los premios superiores a 40 000 € tributan un 20 %, estando libres de impuestos los primeros 40 000 €. Esto quiere decir que los décimos de la Lotería de Navidad agraciados con el Gordo, el Segundo o el Tercer premio, están sujetos a la retención del 20 % por las cantidades que superen ese umbral de los 40 000 euros. En la Tabla 1 figuran las cuantías correspondientes:
Como se venden 172 series de 10 décimos cada una, el ingreso que recibe el Estado por los impuestos que se aplican a los premios supondría un total de 156 520 000 euros. Esto quiere decir que, de los 2 408 millones de euros que se dedican a premios, Hacienda recupera, vía impuestos, un total de 156,520 millones de euros, que vuelven a las arcas del Estado.
Teniendo en cuenta los ingresos por las ventas de los décimos y lo recaudado en términos de impuestos, el Estado obtiene un total de 1 188,520 millones de euros.
Gastos del Estado por la Lotería de Navidad
En cuanto a los gastos en los que incurre el Estado en la Lotería de Navidad, como ya se ha indicado antes, el 70 % de las ventas (2 408 millones de euros) se destina a premios.
Además de esto, las administraciones de lotería se llevan una comisión de 0,80 euros por cada décimo vendido (un 4 % del precio). Esto hace que en total reciban 137 600 000 de euros. También se les paga una comisión del 2,5 % cuando se cobran los premios menores de 200 000 euros (en el caso del Gordo es del 1,25%).
En definitiva, los gastos a los que hace frente el Estado tienen que ver con las comisiones de venta y de cobro de premios que reciben las administraciones de lotería. En total suman 938 000 000 de euros.
Un balance muy favorable
Como resultado de todo lo expuesto, podemos resumir los beneficios para las arcas públicas de la siguiente manera: en caso de venderse todos los décimos para el sorteo de la Lotería de Navidad se generan unos ingresos de 3 440 millones de euros, de los cuales se destinan 2 408 millones a premios y 938 millones a pagos a las administraciones de loterías. De las ventas, Hacienda retiene 1 032 millones de euros (un 30 % del total de ventas) y recupera, vía impuestos, 156,52 millones de euros. Por lo tanto, el saldo positivo a favor del Estado es de 1 242,52 millones de euros.
Pero no conviene olvidar que el azar también juega su papel en el resultado económico del juego desde el punto de vista de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado. Como ya hemos comentado, no se venden todos los décimos que se ponen en juego. El Estado pierde ingresos por esta vía pero no tiene que hacer frente al pago de premios a los décimos premiados que tiene en su poder. Esto hace que el resultado anual sea incierto, pero tal y como está estructurado el sorteo, podemos decir que la banca siempre gana.
Luis Felipe Rivera Galicia, Profesor Titular de Universidad. Investigador del Instituto Universitario para el Análisis Económico y Social (IAES) y de la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa. Decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Empresariales y Turismo, Universidad de Alcalá
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.