Pese a que los empleados constituyen un eslabón esencial para el desempeño de la actividad empresarial, en épocas de crisis han de hacer frente a una posible situación de pérdida de empleo, bajo premisas tales como:
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Reducir los costes operativos.
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Aumentar la eficiencia de la actividad empresarial.
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Solventar el deterioro financiero de las compañías.
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Eliminar solapamientos, suprimiendo puestos de trabajo considerados no esenciales.
Sin embargo, estos potenciales beneficios se ven mermados por otros factores como la pérdida de trabajadores clave para la operación del negocio y la aparición de actitudes negativas entre los trabajadores que sobreviven al ajuste de plantilla (inseguridad e insatisfacción laboral, estrés, falta de motivación, preocupación e incertidumbre ante futuros recortes).
El proceso de reducción de plantilla en el caso de la empresa familiar
Los procesos vinculados con la reducción del número de empleados constituyen hitos importantes en el seno de cualquier organización empresarial. No obstante, su trascendencia puede ser aún mayor en el caso de las empresas familiares, que son grandes empleadores a nivel mundial.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid, la Universidad Carlo Cattaneo LIUC (Italia) y la Universidad de Foggia (Italia) sobre 4 134 empresas manufactureras españolas entre los años 1993 y 2016 revela que las empresas familiares tienden a proteger más a sus trabajadores y son menos proclives a implementar prácticas de reducción de plantilla que los negocios no familiares.
Este trabajo ilustra el tradicional dilema entre las consideraciones financieras y los objetivos afectivos en las empresas familiares, y, en particular, subraya en qué medida la dimensión familiar de la organización influye decisivamente sobre las políticas de despidos.
Según este estudio, las empresas familiares suelen desarrollar comportamientos alineados con el deseo de preservar la estabilidad laboral de sus trabajadores, un objetivo que está cobrando una importancia creciente en nuestros días.
La empresa familiar en el mercado local
Generalmente, las empresas familiares están bastante arraigadas en su comunidad y, por tanto, se preocupan de proyectar una imagen positiva sobre aquella. Con frecuencia, el nombre de la empresa coincide con el del fundador/propietario y varios miembros de la familia ocupan puestos directivos (además de ser accionistas mayoritarios).
En estos casos, llevar a cabo ajustes importantes de plantilla puede afectar muy negativamente no sólo a la imagen de la empresa familiar, sino también a la reputación de la familia propietaria.
No obstante, las empresas familiares están apostando de manera creciente por la internacionalización de sus actividades y ya no se limitan solamente al mercado doméstico.
¿Qué ocurre con las decisiones sobre el tamaño de la plantilla cuando las empresas familiares se decantan por operar en varios países a escala internacional? ¿Se mantiene la premisa de evitar reducciones de plantilla ante la aparición de nuevas opciones de expansión?
La internacionalización cambia a la empresa familiar
La decisión de internacionalizar las actividades de la empresa tiene implicaciones relevantes en la toma de decisiones. En particular, esta investigación ha demostrado que una mayor presencia exterior de las empresas familiares cambia el modo de gestionar las reducciones de plantilla.
Así, la empresa familiar es más reacia a aplicar reducciones de plantilla para superar una crisis cuando exporta hacia mercados geográficamente cercanos. Sin embargo, ocurre lo contrario si exporta mayoritariamente a países más alejados del mercado doméstico, ya que es menos evidente la pérdida de credibilidad sufrida por la empresa ante la oleada de despidos. Es decir, cuanto más alejado está el mercado al que la empresa familiar se dirige, serían menos relevantes las consecuencias negativas a nivel local de los programas de recorte de personal.
Las empresas que exportan hacia mercados lejanos mantienen lazos afectivos más débiles con la comunidad local. Por tanto, los efectos adversos de los despidos sobre la reputación empresarial pierden peso en el proceso de toma de decisiones.
Gestión empresarial, reputación familiar
Una estrategia centrada en ampliar los mercados internacionales restaría importancia a los aspectos emocionales de la gestión de la empresa familiar. En su lugar, ganan mayor peso las consideraciones de eficiencia y rentabilidad en la toma de decisiones.
Por el contrario, las empresas familiares con mayor presencia en el mercado doméstico están más expuestas a sufrir pérdidas de reputación y credibilidad a causa de los despidos que implementan en comparación a aquéllas con una presencia internacional en mercados geográficamente más alejados de su país de origen.
María José Sánchez Bueno, Profesora Titular de Universidad, área de Organización de Empresas, Universidad Carlos III; Alessandro Cirillo, Assistant Professor, Università degli Studi di Foggia; Fernando Muñoz Bullón, Profesor titular de universidad, Universidad Carlos III y Salvatore Sciascia, Professor, UNIVERSITA' CARLO CATTANEO - LIUC
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.