El aguacate se ha convertido en la fruta con mayor crecimiento de la última década, su propiedades nutritivas y su sabor le han convertido en el estandarte de la alimentación sana y veggie. Sus virtudes de superalimento y su original apariencia han disparado su popularidad y le han convertido en el ingrediente común de las recetas de los chefs más reputados y de las stories de influencers de todo el mundo.
Esta tendencia se ha visto reflejada en el crecimiento exponencial de su consumo, actualmente en Europa se consumen más de 650 millones de toneladas de aguacates al año y las previsiones apuntan a un crecimiento de un 15% anual en los próximos 5 años. La extensión de su consumo por todo el mundo permite tener aguacates en los mercados los 365 días del año; en este sentido, España se ha convertido en el principal productor de aguacates del mercado europeo. Las plantaciones patrias se ubican, principalmente, en las regiones de Andalucía y de la Comunidad Valenciana, dónde se está convirtiendo en una alternativa viable a los tradicionales cultivos de cítricos.
La última campaña de aguacate España ha supuesto la producción de 61.000 toneladas, lo que supone un crecimiento del 17% y se prevé que en 2023 la producción española alcance los 1,5 millones de toneladas. Estas perspectivas de crecimiento del cultivo y el hecho de que durante el procesado del aguacate se genere un residuo que puede superar el 45%, han llevado a ITC Packaging, AIMPLAS y la Universidad de Alicante a lanzar el proyecto Guacapack.
El principal objetivo de Guacapack es el desarrollo de envases activos y compostables fabricados con materiales procedentes de los residuos del procesado de aguacate, ya sea la piel, el hueso o la pulpa. Estos materiales avanzados además ofrecerán altas propiedades barrera al oxígeno y capacidad antioxidante.
Se trata, por tanto, de desarrollar un nuevo sistema de envasado biodegradable y procedente de fuentes renovables que, además, alargue la vida útil del alimento en un 15%, gracias a una etiqueta con función barrera al oxígeno que evite su oxidación y mediante la incorporación de antioxidantes naturales extraídos del propio aguacate que permita reducir el uso de conservantes sintéticos.
Para conseguirlo, se va a extraer y purificar el almidón de la semilla de aguacate para obtener una película con la que se fabricarán etiquetas multicapa IML que actúen como barrera al oxígeno y eviten la oxidación del alimento. Además, se obtendrán componentes activos de los residuos de la piel y la pulpa con alta capacidad antioxidante que se incorporarán a un bioplástico (PLA) con el que se fabricará el envase por el proceso de inyección y que al entrar en contacto con el alimento alargará su vida en un 15%.