“Hay ya pocas dudas de que el euro digital será pronto una realidad. A pesar de los retos que quedan aún por resolver en esta ´fase de investigación formal’ ahora iniciada, el BCE prevé que este periodo de preparación dure mucho menos que los diez años que se tardó en preparar la versión analógica del euro”, asegura Gobert.
“Es importante señalar que el euro digital no será un criptoactivo, ya que no es un token ni constituye dinero electrónico emitido por entidades privadas supervisadas”, destaca el experto del centro de negociación paneuropeo que permite a los inversores minoristas invertir en derivados titulizados a través de su bróker.
En este sentido, apunta el ejecutivo: “El BCE describe el euro digital como una forma de dinero emitido por el banco central libre de riesgo, una representación digital del efectivo emitida exclusivamente por el BCE y los bancos centrales nacionales, y que siempre permanecerá bajo su responsabilidad”.
De hecho, según Thibault Gobert: “La solución de infraestructura tecnológica que finalmente elija el BCE dependerá también de otros factores”. Y añade: “La entidad actuará con mucha cautela en lo que respecta a la cuota de operaciones de pago que el euro digital puede asumir o en lo que se refiere a los fondos máximos que un individuo puede tener en una cuenta”.
“Entre los compromisos adquiridos por el BCE para garantizar la estabilidad y la seguridad de todo el proceso, se incluyen el de la neutralidad del mercado del euro digital, la asunción del principio básico de accesibilidad equitativa en toda la zona del euro, y requisitos que garanticen la competitividad de la divisa digital, resistencia, seguridad, coste y eficiencia ecológica, así como medidas que eviten que se convierta en un vehículo de inversión en lugar de un medio de pago” enumera el experto de Spectrum Markets.