Hablamos con Sandra Rodríguez Checa, presidenta de AEMPYMES (Asociación Española de Emprendedores, Micropymes y Pymes) y sus afirmaciones al respecto son rotundas: “La pandemia ha afectado al 100% de la actividad empresarial y profesional, en especial al sector del ocio y la hostelería.”
Según señala Sandra Rodríguez, el Barómetro de Resiliencia (Resilience Barometer, estudio elaborado por la asesoría empresarial FTI Consulting) estima que unas 50.000 empresas españolas se declararán en quiebra tras la finalización del ERTE si la situación no cambia.
Ya de marzo a abril 2020, aproximadamente unas 68.000 empresas con menos de 50 trabajadores echaron el cierre durante el estado de alarma y confinamiento.
"En enero de 2019 había unas 3.360.000 empresas incluyendo pymes, microempresas y autónomos. A enero 2020, según el Directorio Central de Empresas, había 3.404.000, aproximadamente. A enero de 2021, había 2.884.000 empresas, según el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Se proyecta un 10% de quiebra de empresas antes de diciembre de 2021."
Para esta destacada representante de las pymes, “dos de los grandes problemas para las pymes y microempresas son, por un lado, los ERTEs, y por otro, la morosidad”.
Y precisamente por tal razón, “es prioridad en estos momentos agilizar las solicitudes de ERTE, pues tardan unos 3 meses en ser aceptados, y esta tardanza es inadmisible”.
Actualmente, el SEPE, organismo que gestiona los ERTEs, está colapsado y no puede tramitar con normalidad el diluvio de solicitudes cursadas desde la debacle de 2020.
Pero ¿cómo ha incidido la pandemia en las pymes españolas? De acuerdo con el informe elaborado por la empresa de cobros y patrimonios Intrum, documento citado por la presidenta de AEMPYMES, el 62% de las empresas españolas reconoce que el incremento de la morosidad ha afectado a su crecimiento. Ello ha implicado consecuencias previsiblemente negativas en todo el tejido empresarial.
430.000 autónomos han solicitado prestación por cese de actividad: una cifra muy alarmante. Y hasta abril de 2020, unas 6.500 empresas se cerraban semanalmente.
En cuanto a los procesos judiciales, reinan los juicios por impago a Hacienda, a la Seguridad Social y a proveedores, éstos últimos a través de juicios monitorios express para cantidades de hasta € 2.000.
Ejemplos concretos de empresas que han padecido la situación reciente y continúan sufriendo sus consecuencias: "entre las empresas que se han acogido a los ERTES en el estado de alarma tenemos al Grupo Antolin en sus 8 centros, por causas productivas. En la red de talleres Euromaster ello afectó a 750 trabajadores a causa de la reducción de su actividad global. En Valeo Iluminación, fabricante de compuestos automovilísticos, afectó a 3.000 trabajadores directos y 8.000 puestos indirectos, y en Ficosa a 1.400 trabajadores por falta de demanda. La lista es interminable".
No obstante, con el declinar de la pandemia, también se abren nuevos horizontes y esperanzas para las pymes y microempresas de nuestro país. Según Sandra Rodríguez: “sin duda el teletrabajo, que desde AEMPYMES apoyamos, ha sido la modalidad de trabajo ganadora”.
Otros sectores experimentan y continuarán experimentando un crecimiento y florecimiento más que visibles: según la presidenta de AEMPYMES, este es el caso del sector delivery, del streaming deportivo (“que aún apenas existe y está por explotar como sector”), así como el turismo rural, negocios relacionados con mascotas, etc. La apertura del turismo internacional este verano es otra gran esperanza.
Ante la todavía fluctuante situación actual, las estructuras asociativas de las pymes son vitales, y así lo enfatiza Sandra Rodríguez, haciendo hincapié en facetas de estas asociaciones, como son el fomento del emprendimiento, la Formación y Asesoría en Transformación Digital, el fomento de los negocios socialmente responsables y de desarrollo sostenible, la solidaridad empresarial, y un largo etcétera.