Por su parte, los que buscan vivienda indistintamente en obra nueva o en inmuebles de segunda mano constituyen el 45%, también un punto porcentual más que la cifra del año anterior y cinco puntos porcentuales superior aún al de 2021, cuando era el 40%, pero todavía muy inferior al 49% alcanzado en 2022.
Las cifras de 2024 también dejan el porcentaje de los compradores que contemplan adquirir exclusivamente obra nueva en el mismo 20% del año anterior, después de que en 2022 fueran únicamente el 16%.
“Aumenta el interés por comprar vivienda a estrenar. Algo lógico al tener en cuenta que la obra nueva cumple con todos los requisitos de confort, zonas verdes y comunes o sostenibilidad, que en estos momentos son los más buscados por los compradores. Aunque el precio sigue siendo el principal motivo que lleva a estos demandantes a desechar la idea de adquirir una vivienda nueva, el porcentaje de quienes se decantan por esta tipología va en aumento. En estos momentos, la industria atraviesa una etapa complicada para poder ajustar el precio de la obra nueva, ya que la escasez y precio del suelo, la excesiva burocracia, el aumento del coste de los materiales o la falta de mano de obra en este sector hacen que producir vivienda nueva sea difícil. El mercado necesitaría construir una vivienda por cada 4 habitantes, sin embargo, tan solo se llegan a las 100.000 unidades anuales”, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Dado que el interés por adquirir obra nueva se mantiene, e incluso repunta levemente, la compra efectiva de este tipo de inmuebles también repite porcentaje: de este modo, finalmente un 31% de los compradores de vivienda en los últimos doce meses adquirió obra nueva.
Cabe recordar que en 2022 este porcentaje se quedó en el 27%. Y, si retrocedemos hasta el 2021 y el 2020 fueron el 30% y el 32% respectivamente. Puede afirmarse, por tanto, que en 2024 se sigue registrando casi el mismo porcentaje en que se encontraba el mercado al inicio de la crisis sanitaria derivada de la covid-19. Sin embargo, queda todavía muy lejos del 37% recogido en 2019.
Y es que la participación de particulares en el segmento de obra nueva permanece este año estable debido a un doble motivo: por un lado, como se ha dicho, se mantiene la consideración de los que solo se plantean obra nueva (20%). Y, por otro lado, aumenta ligeramente la predisposición de aquellos que compran tanto obra nueva como segunda mano.
Madrid, donde más se demanda en exclusiva obra nueva
Al considerar la búsqueda por comunidades autónomas, se comprueba que la penetración de obra nueva permanece constante, con un predominio de aquellos que buscan tanto obra nueva como segunda mano. Madrid es donde se apuesta más por la vivienda de obra nueva de manera exclusiva, aglutinando este aspecto el 22%.
Por su parte, la Comunidad Valenciana es el territorio donde se registra un porcentaje más alto de consideración conjunta de la opción exclusiva de obra nueva (18%) y simultaneándola con la segunda mano (52%): un 69%.
Llama la atención, en el otro polo, el descenso que se aprecia en Andalucía, que ha pasado de liderar la consideración conjunta de obra nueva en 2023, con el 72%, a quedarse doce meses después en el 62%, lo que supone un retroceso de diez puntos porcentuales. Esta pérdida se debe, fundamentalmente, a la disminución del porcentaje de los que únicamente contempla obra nueva, que pasa del 24% al 16%.
Quienes tienen entre 35 y 44 años, los que más apuestan por la obra nueva
Cuando se pone el foco de la compra de obra nueva en los grupos por edad, vemos que, un año más, son las personas entre los 35 y los 44 años los que más predisposición muestran, en un 73% de los casos, cinco puntos porcentuales más que el año anterior. Les siguen los del grupo inmediatamente más joven, entre los 25 y los 34 años, con un 63% de valoración, en este caso dos puntos por debajo que en 2023.