Los premios Green Leaf reconocen a aquellas ciudades que se destacan por su firme compromiso en abordar los desafíos ambientales en entornos urbanos y que demuestran, a través de su ejemplo, que la sostenibilidad es una meta alcanzable y una prioridad fundamental en la construcción del futuro de las ciudades. Estas ciudades premiadas, con poblaciones de entre 20,000 y 99,999 habitantes, se han embarcado en un camino destinado a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos al promover la transición hacia un estilo de vida más ecológico y respetuoso con el medio ambiente.
La Comisión Europea, como parte del proceso de selección, considera siete indicadores medioambientales clave: la calidad del aire, el manejo del agua, la preservación de la biodiversidad, el uso sostenible de las áreas verdes, la gestión de residuos y la promoción de la economía circular, la gestión del ruido, así como la mitigación y adaptación al cambio climático. Además, se evalúa la visión de futuro, la capacidad de comunicación y la efectividad de la gobernanza de estas ciudades en su búsqueda de la sostenibilidad. La dotación económica de 200,000 euros que acompaña a estos premios tiene la finalidad de apoyar y financiar nuevas iniciativas transformadoras en las ciudades galardonadas.
Este reconocimiento llega unos meses después del nombramiento de València como European Green Capital (Capital Verde Europea) para 2024, un logro que destaca el compromiso de las ciudades españolas en la promoción de prácticas medioambientales sostenibles. València se ha destacado en áreas como el turismo sostenible, la calidad del aire, la neutralidad climática y la restauración de los ecosistemas naturales.
En esta competición participaron un total de 14 ciudades, todas evaluadas por un grupo de siete expertos independientes en sostenibilidad urbana, quienes determinaron cuáles destacaban entre las finalistas. Viladecans se alzó como la ganadora de estos prestigiosos premios Green Leaf, basando su propuesta en dos objetivos paralelos de gran relevancia: la promoción de la transición ecológica y la adopción de un estilo de vida saludable.
Un aspecto destacado que distingue a Viladecans es su habilidad para preservar y mejorar cinco ecosistemas, que incluyen áreas forestales, zonas urbanas, llanuras deltaicas, marismas y zonas dunares, dentro de sus poco más de cinco kilómetros de término municipal.
Los logros de Viladecans
Viladecans ha implementado una serie de iniciativas exitosas en su búsqueda de la sostenibilidad, incluyendo la reducción de emisiones de CO2, la naturalización de la ciudad y la adaptación de la planificación urbana para hacer frente a los desafíos futuros. Además, ha desplegado sensores de calidad del aire en toda la ciudad y ha expandido su red de agua no potable, que actualmente abastece al 70% del municipio.
La ciudad también está llevando a cabo el Plan de Naturalización, con el objetivo de transformar plazas en espacios amigables, crear bosques urbanos en plazas y calles, e interconectar parques urbanos con su entorno natural. Además, la Declaración Viladecans 3-30-300 busca aumentar la cobertura arbórea de la ciudad, garantizando que cada hogar cuente con al menos tres árboles a la vista y que la cobertura arbórea alcance el 30% o más.
Viladecans ha demostrado su compromiso con la protección de las abejas, esenciales para la producción agrícola y la seguridad alimentaria, a través del proyecto Bee Happy. El municipio mantiene colmenas en varios lugares de la ciudad y promueve la educación sobre la vida de las abejas.
En la lucha contra el cambio climático, el proyecto Vilawatt se destaca como una estrategia emblemática de la ciudad en materia de energía, promoviendo la autosuficiencia energética a través de la generación y el consumo de energía renovable en el municipio.
La iniciativa Missions Viladecans 2030 representa un modelo de gobernanza compartida entre la administración y la sociedad, con el objetivo de construir una ciudad sostenible, resiliente y próspera para el año 2030. Algunos de los objetivos de estas misiones incluyen alcanzar la neutralidad climática, fomentar la edificación sostenible y transformar Viladecans en la ciudad de los 15 minutos, garantizando que las necesidades esenciales de los ciudadanos estén a poca distancia.
En cuanto a la adaptación al cambio climático, Viladecans ha aprobado un Plan de Adaptación con 30 acciones destinadas a reducir los riesgos climáticos, como la creación de refugios climáticos y un plan de contingencia para períodos de sequía, además de la existencia de una oficina local de prevención de la pobreza energética. Estos logros y esfuerzos reflejan el compromiso de Viladecans en su camino hacia la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.