“El precio del alquiler de las viviendas que se alquilan reformadas y amuebladas con contratos temporales está en unos 30 euros el metro cuadrado, o lo que es lo mismo 1.500 euros por 50 metros. En el caso del precio de las viviendas, está en unos 5.000 euros el metro cuadrado, vivienda a reformar”, explica Unsain” explica el experto.
En cuanto al futuro incierto de la zona debido a la construcción de la plaza y la escalinata de la Sagrada Familia, sigue habiendo una gran incertidumbre que depende de las conversaciones con asociaciones de vecinos y afectados y la fijación de los justiprecios.
El barrio de la Sagrada Familia continúa siendo una de las zonas más demandadas de Barcelona en el sector inmobiliario con un creciente interés en la última década. La oferta, al contrario, es muy limitada, lo que dificulta encontrar vivienda a buen precio en la zona, tal y como explica Iñaki Unsain, Personal Shopper Inmobiliario de referencia en la ciudad.
Los precios en el barrio reflejan esta tendencia. “El precio del alquiler con contrato temporal de las viviendas que se alquilan reformadas y amuebladas está en unos 30 euros el metro cuadrado, unos 1.500 euros por unos 50 metros”, detalla Unsain. En cuanto al precio de venta, las cifras también posicionan al barrio dentro de la media de Barcelona, aunque la presión de la demanda sigue siendo elevada: “el precio de las viviendas, aquellas que están para reformar, ya ronda los 5.000 euros por metro cuadrado”.
Alquiler de temporada al alza
Uno de los fenómenos más destacados en los últimos años ha sido el crecimiento del alquiler de temporada, impulsado por el atractivo turístico del barrio. “Estas viviendas han crecido muchísimo, dado que la atracción de la Sagrada Familia es brutal. Esto llama a muchísimos extranjeros, a nómadas digitales y a estudiantes de máster, de modo que ha aumentado notablemente el número de viviendas de temporada, probablemente duplicando su número en los últimos años, a diferencia de las de uso turístico, ya que este va sujeto a una licencia turística, y actualmente están bloqueadas en Barcelona”, comenta Unsain.
Este fenómeno también ha llevado a un aumento en la población extranjera del barrio: “Las viviendas turísticas han aumentado de una forma espectacular, pues lógicamente este barrio cada vez tiene más vecinos extranjeros y el volumen de extranjeros en alquiler temporal también ha aumentado de una forma muy importante”, añade.
Debate sobre la escalinata de la Sagrada Familia
En cuanto al impacto del proyecto de la escalinata de la Sagrada Familia, Unsain señala que, por el momento, no ha generado cambios significativos en la compraventa ni el alquiler de viviendas en la zona. “Aunque está previsto que esto suceda, la fase final de la Sagrada Familia es una operación muy compleja. Se han de derribar muchísimas viviendas en dos manzanas, desde la calle Mallorca hasta la calle Aragón. Esto no va a ser rápido ni sencillo, se tienen que fijar los justiprecios, hablar con la asociación de los propietarios de esa zona y con los afectados”, indica el personal shopper inmobiliario.
A pesar de los desafíos, el barrio de la Sagrada Familia sigue manteniendo su atractivo para inversores y compradores. “Mientras la demanda continúe siendo superior a la oferta, los precios se mantendrán altos y el interés por la zona seguirá creciendo”, concluye Unsain.