El gobierno de España enfrenta una encrucijada: mantener la recuperación económica al relativo buen ritmo actual o poner el foco en bajar la inflación aún a costa de golpear el empleo.
Con el IPC (precios al consumidor) en una tasa del 7,4% interanual, la advertencia de Calviño no hace sino anticipar índices crecientes que podrían poner a España en “dos dígitos” de incremento de precios promedio.
Aunque España es uno de los países que tienen una menor exposición al conflicto en Ucrania por la invasión de Rusia desde el punto de vista de la dependencia energética de Rusia, la dependencia del sector agroalimentario de Ucrania o las relaciones comerciales de las empresas españolas o inversores, Calviño ha señalado que hay un canal principal de transmisión en este momento y es el de los precios de la energía.
La energía es la madre de todos los insumos: está omnipresente y multiplica costos en cualquier cadena productiva y de servicios.
La vicepresidenta ha asegurado que no hay ningún cambio respecto al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia español y ha remarcado que se está impulsando todo el despliegue de inversiones y reformas para alcanzar este año la "velocidad de crucero".
Además, la vicepresidenta ha puesto en valor que ahora se refleja que el Plan de Recuperación español está "muy bien diseñado", ya que un 40% de las inversiones se orienta a la transición ecológica y a reforzar la sostenibilidad medioambiental y la autonomía estratégica.