Barcelona es uno de los mejores lugares para comenzar una startup en Europa. No solo lo constatan varios estudios internacionales, sino que los propios hechos hablan por sí solos. Este es el caso de Paco Cinarlo, la empresa creada por cuatro jóvenes emprendedores en el último trimestre de 2020 y cuyo éxito ha estado por encima de las expectativas de sus creadores gracias a su innovador servicio.
La idea nació de un brainstorming que llevaron a cabo los cuatro socios que conforman la empresa. Apenas unas semanas después de su concepción, comenzaron a recibir los primeros pedidos, que no tardaron de pasar de alguno esporádico a una “media de 20 o 30 encargos diarios”, confiesa Javi Mitjans, director de comunicación de Paco Cinarlo.
El negocio se fundamenta en repartir meal kits (paquetes para una o dos personas que contienen los ingredientes necesarios y la receta, que incluye todos los pasos a seguir). Un servicio que presenta un valor añadido para el consumidor –y la posibilidad de comer sano a diferencia del delivery más tradicional–, mientras lucha cara a cara a nivel logístico con Amazon o Mercadona; amenazas que han sabido sortear.
Para diferenciarse de ellos, Javi Mitjans, subraya que su meta es que “en menos de 20 minutos un usuario pueda disfrutar de los meal kits en su propia casa tras elegir desde un móvil Android o iOS lo que desea comer”. Por ahora, el servicio solo está al alcance de los barceloneses y de los residentes del área metropolitana.
Tanto los menús como los platos que se pueden seleccionar en la app están compuestos “por productos de temporada con proveedores de Km.0, por lo que se trata de una oferta que va renovándose de manera constante mientras que los precios se estipulan en función de la materia prima, situándose entre los € 7 y los € 15”, señala Javi Mitjans.
La economía colaborativa como solución al “problema de la última milla”
Paco Cinarlo se enfrenta al mismo desafío logístico de gigantes como Amazon o Mercadona a la hora de repartir los productos. Para solucionarlo, firmaron un primer acuerdo con la catalana Glovo, empresa de delivery, utilizando a sus riders como repartidores.
Actualmente han añadido a Just Eat y la app Too Good To Go a su servicio, además de contar con su primera tienda física, situada en el número 47 de la calle Sagués, en la que también es posible realizar los pedidos offline.
Al tratarse de productos frescos para preparar en el acto, se solventa el inconveniente de mantener la cadena del frío y se consigue enviar en pocos minutos cualquier pedido a un área cercana. Así, esta startup resuelve el tan temido problema de la última milla, algo que hasta ahora solo Amazon con su alianza estratégica con DIA había podido abordar de manera óptima.
Menús asesorados por expertos en paquetes pensados para cuidar el medioambiente
“Hay varios nutricionistas y chefs que nos ayudan a idear los platos. Están pensados para que gente vegana, vegetariana, celíacos, con intolerancias varias y demás puedan tomarlos”, comenta Javier Mitjans. Además, los envases son biodegradables, ya que otro de “los objetivos de la empresa es generar el mínimo de residuos posibles”, agrega el emprendedor.
Una apuesta fuerte en marketing y comunicación, la clave de su éxito
Javier Mitjans reconoce que se ha “invertido bastante en comunicación y en marketing, lo que nos ha facilitado mucho el proceso para darnos a conocer. De la inversión inicial de 20.000 euros, se emplearon cerca de 6.000 euros en el marketing, la segunda mayor partida”.
La campaña, que se cimentó en las redes sociales, especialmente en Instagram, sumó colaboraciones con influencers como medio de difusión entre el público joven gracias al reparto de cajas gratis a perfiles con más de 10.000 seguidores.
Ahora, tras el éxito cosechado a lo largo de estos meses, ya estudian dar el salto a Madrid con la apertura de un local físico y esperan recibir la misma gran acogida que tuvieron en Barcelona.