En un plano más amplio, la directora de investigación de activos digitales de la entidad, Dovile Silenskyte, ha apuntado que, a medida que se acerca 2025, el sentimiento de los inversores hacia los criptoactivos ha alcanzado "un punto de inflexión".
Así, a través de una encuesta de elaboración propia, han constatado que un 40% de inversores profesionales planea aumentar su exposición a esta clase de activos en el próximo año.
En paralelo, han resaltado que el papel de las criptomonedas como reserva digital de valor está siendo ampliamente aceptado, ya que un 33% de los encuestados las consideran una alternativa viable al oro, el activo refugio por antonomasia.
"Este cambio subraya una evolución más amplia en las estrategias de inversión, donde los activos digitales ahora son considerados tanto como un motor de crecimiento a largo plazo para las carteras como una posición a largo plazo ante las incertidumbres macroeconómicas", ha agregado Silenskyte.