Con una población activa en máximos —24.453.300 personas en esta situación laboral al cierre del año—, son necesarias medidas que impulsen la eficiencia y la competitividad
Madrid, 29 de enero de 2025. La reducción de la jornada laboral en España y sus posibles efectos en la productividad vuelven a ser noticia en los últimos días, ya que los Ministerios de Trabajo y Economía han acordado tramitar el anteproyecto de ley para aprobar la reducción de jornada por la vía de urgencia el próximo 4 de febrero en el Consejo de Ministros. Esta medida, que busca pasar de 40 a 37,5 horas semanales sin pérdida de salario, es una de las propuestas clave del Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar, junto al aumento del SMI, y está respaldada unánimemente por los sindicatos como el primer paso para una mayor reducción de la jornada en el futuro, hasta las 32 horas. Además, sus impulsores esperan que la reforma contribuya a la creación de empleo de calidad, especialmente para el talento joven, y sea un avance hacia la mejora de calidad de vida laboral en España.
El impacto de la productividad en el mercado laboral
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el crecimiento anual del PIB real por persona empleada muestra una tendencia a la moderación. En 2023, este indicador registró un descenso del 0,7%, situándose en niveles similares a los de 2019 (-0,6%), antes de la pandemia. Desde 2009, cuando este crecimiento alcanzó el 2,8%, se ha observado una caída progresiva, destacando la necesidad de estrategias para revitalizar el dinamismo productivo.
En cuanto a la jornada de trabajo efectiva de las personas que trabajan en España, desde hace quince años mantiene una línea descendente, de modo que con las 36 horas actuales (cuarto trimestre de 2024), los ocupados trabajan ahora unas dos o tres horas menos a la semana que lo que trabajaban en 2008, de acuerdo con los datos del INE.
Por otra parte, la evolución de la población activa y de la tasa de actividad juvenil también está marcando el rumbo del mercado laboral español, tal y como recoge InfoJobs en su valoración de los datos de la EPA del cuarto trimestre de 2024. España está experimentando un incremento del talento disponible gracias al crecimiento de la población activa extranjera (que ya alcanza el 16% y cuenta con un mayor volumen de personas con estudios superiores) y el repunte de la tasa de actividad entre los jóvenes, que es del 14% entre los de 16 a 19 años y del 54,3% entre los de 20 a 24, según datos del INE. Estas cifras refuerzan la necesidad de medidas estructurales que impulsen la eficiencia y competitividad para aprovechar este nuevo potencial laboral.
Otra cifra significativa reflejada en la EPA es la de ocupados, con 21.857.900 personas al cierre de 2024. El aumento de la población trabajadora también conlleva un aumento de las horas trabajadas, aunque, eso sí, no lo ha hecho en igual medida: en el promedio anual de horas semanales trabajadas el incremento es solo de un 2% respecto a 2023 (frente al 2,4 % de la afiliación). Así pues, en términos absolutos, durante el último trimestre del año se trabajaron en España 683 millones de horas a la semana, frente a los 656,7 millones del mismo periodo de 2023.
Según un informe reciente de Eurostat, la productividad por empleado/a y hora trabajada en el país se sitúa en el 97%, quedando ligeramente por debajo del promedio del conjunto de la Unión Europea (100%). El informe también destaca que economías como Alemania (102%) e Italia (106%) superan a España en este ámbito, mientras que los países líderes en productividad, como Irlanda (200%), Luxemburgo (150%) y Bélgica (130%), mantienen un amplio margen respecto al promedio comunitario. “Estos datos subrayan la importancia de acompañar cualquier reducción de la jornada laboral con medidas que impulsen la eficiencia y la competitividad en el entorno laboral español”, señala Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs.