El objetivo de este fondo es responder al impacto del cierre, que implicará la desaparición de una media de 3.000 puestos de trabajo directos e impactará en el tejido económico de los municipios del Priorat, el Baix Camp, la Terra Alta, la Ribera d’Ebre y el Baix Ebre, que rodean las centrales nucleares de Ascó y Vandellòs. Cada uno de los municipios recibirá más de 174.000 euros en este primer pago.
Las centrales nucleares de Ascó entraron en funcionamiento en 1984 y 1986, mientras que la central de Vandellòs II lo hizo en el año 1988. El Consejo de Seguridad Nuclear ha determinado alargar la vida útil de las centrales hasta el 2030 y 2031.
El órgano de gobierno del Fondo está integrado por representantes de los municipios, agentes sociales y lo preside la Secretaría de Empresa y Competitividad del departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Cataluña.