“El confinamiento provocó que, de forma simultánea, muchos españoles que podían tardar toda una vida en desarrollar un problema de salud mental, de repente tuvieran que enfrentarse a una situación de vulnerabilidad psicológica. Eso, junto a la predisposición genética que ya tuvieran, hizo aflorar esa ansiedad o esa depresión entre la población”, explica Jesús Matos, psicólogo y Clinical Lead de Alan Mind.
Alan es una insurtech que tiene como objetivo ser el partner digital de salud holística para empresas en Europa; la empresa situará el cuidado de la salud mental de los trabajadores españoles como uno de sus focos estratégicos durante los próximos 3 años, apostando por un cuadro médico de psicólogos propio y por seguir mejorando las funcionalidades de Alan Mind, su app de salud mental.
El cuidado y la prevención de la salud mental sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país: solo hay 6 psicólogos por cada 100.000 habitantes y pueden pasar hasta 3 meses entre visita y visita.
La sanidad privada tampoco ofrecía hasta el momento grandes soluciones, pues el sistema de acceso a un psicólogo a través de mutua es complejo y el coste, si no se cuenta con seguro privado, ronda los 280 euros/mes de media.