Según datos del REFOR, en 2023 se registraron 21.298 concursos de acreedores en España, mientras que para 2024 se prevé un aumento significativo, con una estimación de 33.623 concursos para el año.
La insolvencia es una amenaza en crecimiento en el sector turístico, especialmente en empresas de hotelería, restauración y servicios de ocio, que enfrentan un entorno de alta competitividad y volatilidad en la demanda. La capacidad de identificar los signos de insolvencia a tiempo permite a estas empresas implementar medidas preventivas y definir un plan de reestructuración que proteja su viabilidad operativa.
Abencys, despacho especializado en insolvencia y reestructuraciones, ha identificado cinco señales clave que pueden advertir a las empresas del sector turístico sobre un posible riesgo de insolvencia.
En primer lugar, las pérdidas financieras continuas son una señal crítica. Aunque estas empresas puedan haber sido rentables en el pasado, factores como la estacionalidad, el alza en los costes de suministros y la fluctuación en las reservas han afectado significativamente sus márgenes. La rentabilidad en el sector turístico puede verse gravemente afectada si las pérdidas no se abordan de manera oportuna.
Otro indicador importante es la falta de liquidez. Las empresas del sector turístico suelen enfrentar desafíos para mantener flujos de caja saludables, especialmente durante los periodos de baja demanda o en temporadas fuera de pico. La falta de efectivo dificulta el cumplimiento de las obligaciones financieras y limita la capacidad de mantener la calidad de los servicios, crucial en este sector.
El incumplimiento de pagos a proveedores y acreedores es otra señal común en momentos de crisis, lo que genera tensiones que afectan tanto la cadena de suministro como la confianza de los socios comerciales. El retraso en pagos puede dañar la reputación de la empresa y reducir su capacidad para asegurar condiciones favorables de financiamiento y suministro.
Un aumento descontrolado de la deuda también representa un riesgo significativo. Muchas empresas del sector turístico dependen de financiamiento externo para renovar instalaciones, expandir servicios y adaptarse a las tendencias de sostenibilidad, pero el encarecimiento de los tipos de interés y las condiciones de financiación actuales dificultan la gestión de esta deuda.
Por último, los recortes en personal y servicios clave son un síntoma de problemas financieros profundos. En el sector turístico, reducir personal en áreas estratégicas o reducir servicios afecta directamente la experiencia del cliente, comprometiendo la competitividad de la empresa y aumentando el riesgo de insolvencia a largo plazo.
La importancia de un plan de reestructuración
Según el REFOR (Registro de Economistas Forenses), en 2023 se registraron 21.298 concursos de acreedores en España y, para 2024, se prevé un aumento hasta los 33.623 concursos. Este incremento refleja la creciente presión que enfrentan las empresas de todos los sectores, incluyendo el turístico, para gestionar sus finanzas de manera estratégica.
Ante este incremento de los casos de insolvencia, expertos como Manuel Gordillo y Alejandro Ingram, socios del despacho de abogados Abencys, subrayaban la importancia de implementar un plan de reestructuración adecuado, en el reciente webinar organizado por la Cámara de Comercio de Madrid “¿Cómo un plan de reestructuración puede salvar mi negocio?”. Durante el acto, destacaron las estrategias clave necesarias para enfrentar estos desafíos con éxito y explicaron que un plan de reestructuración bien diseñado no solo aborda las urgencias financieras, sino que también permite a la empresa redistribuir sus recursos, optimizar procesos y fortalecer su posición en el mercado.
Además, durante el webinar, Manuel Gordillo subrayó lo siguiente: “la clave para la recuperación es actuar a tiempo y no esperar a que los problemas financieros sean irreversibles. Las empresas que toman medidas anticipadas tienen más posibilidades de negociar con sus acreedores en mejores condiciones y encontrar soluciones viables para evitar la quiebra”.
Por su parte, Alejandro Ingram destacó la importancia de contar con asesores especializados para guiar este proceso, ya que “la complejidad de la normativa concursal y la situación económica de la empresa requiere un enfoque integral, que permita maximizar las opciones de recuperación”.
Ambos expertos coinciden en que, cuanto antes se detecten los problemas y se elabore un plan de reestructuración, mayores serán las posibilidades de éxito. En definitiva, la anticipación es un factor clave en la viabilidad de cualquier proceso de reestructuración y contar con un equipo de expertos legales y financieros puede marcar la diferencia entre una reestructuración exitosa y la liquidación.