Junto a la multa económica, el órgano estatal ha sancionado a EY con una declaración pública de "severa reprimenda" y una publicación de que los informes de auditoría de 2017 y 2018 no cumplieron con los requisitos relevantes, además de una orden que exige a tomar medidas específicas para prevenir la reincidencia de la infracción
Además, el socio de la firma de auditoría, Richard Wilson, también ha recibido una multa de 105.000 libras esterlinas (92.450 euros), junto a la exigencia de publicar las mismas declaraciones que EY.
Tal y como explica en un comunicado, las sanciones impuestas tienen en cuenta una serie de factores, entre ellos, la gravedad de los incumplimientos y la solidez financiera del auditor, indicada por el volumen de negocios de la empresa.
En concreto, ambas partes han admitido incumplimientos "graves" en dos áreas: el deterioro del fondo de comercio y el principio contable ' going concern'. "No se sugiere que las infracciones fueran intencionadas, deshonestas, deliberadas o imprudentes. Además, tanto EY como Wilson cooperaron con la investigación del asesor ejecutivo", ha explicado FRC.
El saldo del fondo de comercio de Thomas Cook era significativo, ya que comprendía 2.600 millones de libras (2.288 millones de euros) en todo el grupo --aproximadamente el 40% de los activos totales--.
En los dos años de auditoría, el órgano estatal británico ha denunciado que el auditor y su socio no abordaron esta área con "suficiente escepticismo profesional" para corroborar adecuadamente las suposiciones y estimaciones de la compañía.
"Las deficiencias en la auditoría del fondo de comercio de 2018 fueron especialmente graves dado el deterioro del rendimiento comercial de Thomas Cook, que aumentó el riesgo de deterioro del saldo del fondo de comercio", ha criticado, además.
Sobre el principio contable 'going concern', que indica si una empresa continuará operando en el futuro previsible, cumpliendo con sus obligaciones financieras, FRC ha criticado que no cuestionaran de forma adecuada a la dirección sobre las pruebas de sensibilidad, la liquidez y el margen de maniobra de los pactos financieros.
"Por tanto, no estaban en condiciones de concluir si existía una incertidumbre material que pudiera arrojar dudas significativas sobre la capacidad de Thomas Cook para continuar como 'going concern'", ha explicado en una nota de prensa.
Finalmente, como resultado de los incumplimientos de EY y Wilson, ambas auditorías no lograron su objetivo principal, a juicio del Consejo de Información Financiera, que es "obtener garantías razonables de que los estados financieros estaban exentos de incorrecciones significativas".
Sin embargo, no ha afirmado que los saldos o importes de los estados financieros de 2017 o 2018 fueran "erróneos", ni que "la adopción de la base contable de empresa en funcionamiento no fuera adecuada".