Los datos de diferentes estudios y encuestas nos muestran que un gran porcentaje de las personas infieles en España – un 38,8% - son mayores de 45 años, y la mayoría de ellos se encuentran entre los 45 y los 65. De hecho, es un rango de edad más propenso a la infidelidad en los españoles, dado que el 37.7% de los infieles españoles están entre los 30 y los 44 años, y el 23.5% entre los 18 y los 29 años.
¿Los motivos? La mayoría de infieles “seniors” confiesan que sus primeros deslices fueron motivados por la famosa crisis de la mediana edad. Así lo afirma el 60% de usuarios de Gleeden de más de 50 años: “al estar cerca de los 50 años” – confiesa más de un/a usuario – “pasé una etapa llena de interrogantes y me replanteé muchas cosas, como mi propia relación de pareja”. Los expertos de Gleeden afirma que muchas personas, a partir de los 50 años, “suelen buscar experiencias nuevas que les hagan sentir de nuevo deseados. El observar que pueden atraer sexualmente a otras personas les hace subir la autoestima”.
A esto hay que sumar que la mayoría de infieles de más de 50 años afirman que experimentaban una falta de satisfacción en su relación monógama, ya que la rutina y los problemas cotidianos les llevaban a una falta de deseo y/o novedad.
También hay que tener en cuenta que muchos de los infieles – más de la mitad – afirman que con el paso de los años cambiaron sus prioridades y valores: es decir, se replantearon lo que buscaban en una pareja y lo que podría incluir una reconsideración de la monogamia y la fidelidad. Acerca de esto, así, “a medida que las actitudes hacia la infidelidad evolucionan en la sociedad, es posible que algunas personas mayores perciban menos estigma asociado con ella y puedan ser más propensas a participar en ella.” explican los expertos.
Por último, un 35% de infieles “seniors” afirma que empezó a tener aventuras fuera de casa gracias a la disponibilidad de oportunidades. Además de tener más tiempo libre, las personas mayores comienzan a participar en más actividades sociales o recreativas y utilizar las apps y las redes sociales más a menudo; lo que hace que las personas mayores tengan más acceso que nunca a oportunidades para interactuar con nuevas personas y potencialmente iniciar relaciones secundarias.
Para finalizar, Silvia Rubies, directora de comunicación de Gleeden en España precisó que “en Gleeden creemos que es fundamental abordar este fenómeno con comprensión y empatía, reconociendo que la infidelidad puede ejercerse en personas de todas las edades y que cada situación es única. Por lo que es importante mantener una comunicación abierta con las parejas para llegar a acuerdos sobre los límites y conceptos de infidelidad de cada quien”.