Por qué internet no salvará los pueblos (pero es indispensable para esa tarea)

(Por Sergio Andrés Cabello, Universidad de La Rioja) Durante las últimas décadas, se han ido presentando acciones y medidas contra la despoblación del medio rural español

Se ha hecho hincapié en el empleo. Se ha incidido en que era necesario crear nuevos trabajos y diversificar las actividades. Sin embargo, muchos trabajadores se desplazaban al medio rural mientras residían en ciudades pequeñas y medianas, gracias en parte a las mejoras de las comunicaciones.

Se insistió en que era necesaria la ampliación de la cartera de servicios públicos para atraer y fijar población, hecho indiscutible. Pero, de nuevo, estas medidas, que pueden ser mejorables, no han frenado la despoblación.

Uno de los momentos más interesantes en este sentido llegó con el turismo rural. Era una vía que apostaba por la diversificación de las actividades económicas y productivas, en un contexto de transformación del propio sector turístico. Pero el turismo tampoco fue la solución a pesar de su importancia en la generación de empleo y en la puesta en valor del territorio, entre otros aspectos.

La brecha digital en el mundo rural

En la actualidad, la digitalización es una de las líneas centrales entre las medidas para frenar la despoblación y revertir la situación del medio rural.

Ya antes de la pandemia de covid-19 se hacía hincapié en que una de las principales debilidades de no pocos pueblos era la baja calidad de la conectividad a internet, la inexistencia de banda ancha e, incluso, la imposibilidad de acceso a la red. Las causas fundamentales eran la accesibilidad y las dificultades del terreno de esas zonas. De esta forma, personas, familias y actividades que podrían estar interesadas en establecerse en el medio rural, no lo harían en parte por esta cuestión.

Sin embargo, no debe perderse de vista que hay una trascendencia mayor en esta situación ya que se generan escenarios de desigualdad vinculados al acceso y uso de internet. Las noticias sobre municipios sin acceso a internet o con graves dificultades han estado presentes en los medios de comunicación. La imagen más frecuente era la de la búsqueda de puntos concretos donde llegase la cobertura de la señal.

Internet, ¿la solución definitiva?

Planes y estrategias, desde Europa hasta las Comunidades Autónomas, incidían en superar la brecha de acceso a las telecomunicaciones que lastraba las posibilidades del medio rural.

La pandemia de la covid-19 se presentó como una oportunidad para captar teletrabajadores en estas zonas. Pero, de nuevo, regresamos a ese “solucionismo” que podemos extrapolar a lo que anteriormente había ocurrido con el turismo, con los servicios y con el empleo. Es decir, se vuelve a pensar y a transmitir que, a través de una acción específica y sencilla, se va a resolver un problema complejo y en el que intervienen numerosos factores y variables.

Que internet llegue a todos los lugares en igualdad de condiciones y con calidad es un derecho. No estamos hablando de un capricho. Al contrario, es una necesidad.

El cierre de centros educativos en el comienzo de la pandemia mostró un escenario que se puede extrapolar, en parte, al medio rural. Por una parte, se constató la importancia y potencialidad de internet en dicha situación. Pero, por otra, se evidenció que no solo había brechas de uso sino que persistían las de acceso, parte de las cuales se creían superadas. Además, una de las enseñanzas más importantes que se puede extraer de esa situación es la necesidad de no caer en el citado “solucionismo” tecnológico, ya que había más factores que no se habían tenido en cuenta.

La digitalización no es suficiente

En el caso del medio rural y el acceso a internet, debe partirse de ese derecho ya señalado. Es una cuestión ya no de igualdad sino de equidad. Pero, hay que evitar caer en visiones simplistas y reduccionistas sobre esta realidad. Es decir, por el hecho de que los pueblos cuenten con mejores conexiones a internet no se va a producir un cambio de tendencia. Ayudará, obviamente, y será un valor a tener en cuenta, ya que las dificultades de conectividad puede que no supongan un factor desmotivador para ir al medio rural. Y esto se puede aplicar tanto para residir como para desarrollar una actividad.

Sin embargo, esta medida debería ir acompañada de otras más estructurales y que no se van a dar en el corto plazo. Una de ellas es compleja ya que atañe al cambio de valores y mentalidades. Es decir, que aumente el número de personas que quieran residir en el medio rural. Pero para ello deben también generarse actividades productivas o que las existentes, especialmente en el caso del sector primario, no estén sujetas a los condicionantes actuales. Sin estos cambios, entre otros, por mucho que mejore la conectividad y digitalización de los pueblos no será suficiente para reducir o revertir la despoblación.

Además, también tendrán que tenerse en consideración las consecuencias no queridas de la digitalización. Ya hemos señalado las brechas de acceso y de uso, intensificadas en el caso del medio rural, ya que cuenta con una población envejecida.

Hay dos ejemplos claro de este proceso: la digitalización de trámites de las Administraciones públicas y la situación de los bancos. De hecho, esta última ha tomado relevancia en los últimos meses en el medio urbano, pero en el medio rural el problema viene de atrás con el cierre de numerosos oficinas e incluso de cajeros automáticos.

Además, la forma de afrontar la digitalización en estas zonas también mostrará el tipo de medio rural que se quiere construir. Es decir, si se apuesta por la atracción de teletrabajadores, de empleos cualificados, no cabe duda que la accesibilidad a internet es imprescindible. Pero, por otra parte, se generará un medio rural que tendrá poco que ver con la vinculación al sector primario, por ejemplo. Además, en el medio rural actual conviven diferentes formas de estar y trabajar.

Por lo tanto, internet es una necesidad para el medio rural, una oportunidad para sumar valor añadido a estas zonas. Es una cuestión de derechos, de igualdad y de equidad, garantizando la accesibilidad y la conectividad. Pero internet únicamente y por sí mismo no puede solucionar la despoblación. Ni internet ni ningún otro factor o actuación en solitario, y mucho menos a través de visiones cortoplacistas.

La digitalización tiene sus impactos positivos en la vida de los individuos y en las actividades productivas. Permite una conectividad que puede facilitar el acceso a determinados servicios, venta de productos, difusión de la oferta turística, etc. Pero también cuenta con sus riesgos, como son la generación de nuevas brechas y desigualdades, o el hecho de que en internet se compite de forma global. Es un gran desafío que precisa de diagnósticos certeros, de evaluaciones y de altas dosis de realismo, evitando caer en esos “solucionismos” que tantas expectativas no cumplidas han generado.

Sergio Andrés Cabello, Profesor de Sociología, Universidad de La Rioja

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

The Conversation

Las empresas catalanas captan más de la mitad de la financiación de la convocatoria española de apoyo a proyectos en el ámbito de los semiconductores

El conseller Sàmper destaca que "los resultados ponen de manifiesto que Cataluña ya se ha convertido en un actor clave en el ámbito de los semiconductores en España" y reitera la apuesta del Govern por "hacer crecer y consolidar esta industria, no sólo a escala local sino también global"
Las empresas catalanas han captado 27,65 millones de euros de la convocatoria de “cadena de valor de la microelectrónica” de subvenciones del PERTE Chip, que financia proyectos de semiconductores. de este programa de ayudas que adjudica el Ministerio de Industria y Turismo.

Cataluña tiene cerca de 400 empresas dedicadas a la salud digital, que ya suman un volumen de negocio de 633 millones de euros

El ecosistema de la salud digital en Cataluña cuenta con 386 empresas, un 16,6% que hace un año, que suman una facturación agregada de 633 millones de euros (+6,9%) y emplean a 5.302 personas (+10,2%). Éstas son las principales conclusiones de un estudio que radiografía el sector elaborado por ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa del Departamento de Empresa y Trabajo, en colaboración con el Barcelona Health Hub, AQuAS, la Fundación TIC Salud Social (estas dos, del Departamento de Salud) y Biocat.

El 96% de los españoles valora la sostenibilidad como un factor importante a la hora de elegir vivienda

El 95,8% de los españoles considera que la sostenibilidad ambiental es un elemento importante en el momento de elegir una vivienda, según muestra el informe ‘La sostenibilidad en la demanda de vivienda en España’ elaborado conjuntamente entre Fotocasa y Solvia. Esta tendencia es especialmente marcada entre quienes se disponen a comprar, con un 96,2%, frente al 94,9% de los que tienen intención de cambiarse en alquiler. La principal razón que señalan los encuestados es que la sostenibilidad de una vivienda genera un ahorro para su bolsillo (en un 45% de los casos), mientras que un 27,6% opina que es importante cuidar del medioambiente. Por el contrario, hay un 4,2% de los encuestados que no considera la sostenibilidad como un motivo para tener en cuenta a la hora de elegir vivienda.

South Summit Madrid 2025 tendrá un impacto económico de 39 millones (+13%) y creará más de 3.443 puestos de trabajo (+14%)

La próxima edición de South Summit Madrid generará más de 39 millones de euros de impacto económico, un 13% más respecto a 2024, y una media de gasto de 1.899€ por visitante (un 21% más que el año pasado). Esta es una de las principales conclusiones del informe ‘Impacto socioeconómico de South Summit en España 2025’ elaborado por PwC, que se ha dado a conocer hoy durante la presentación oficial de South Summit Madrid 2025, el principal encuentro para el ecosistema emprendedor a nivel mundial co-organizado con IE University.