Barcelona es una de las ciudades de referencia en España si hablamos de esta bebida de origen árabe y que los valencianos convirtieron en un mito. Hasta la ciudad condal emigraron varias familias del levante español y trajeron consigo los secretos de este curioso tubérculo llamado chufa, que mezclado con agua y azúcar se ha convertido en un elixir. El consumo medio de la horchata valenciana en España es de 40 millones de litros cada verano.
Para muchos la época estival no tiene sentido sin una paella frente al mar, una buena siesta y una horchata de calidad. La clave para la excelencia es mezclar una chufa de máxima categoría (la mejor es la de la albufera valenciana) y la cantidad justa de agua y azúcar para que no se camufle el sabor del tubérculo.
Las tendencias de hábitos saludables han conseguido que se elabore horchata sin azúcar e incluso hay clientes que piden que se le sirva un vaso con una mitad del producto endulzado y la otra mitad al natural. Hasta ahora era una bebida totalmente estacional, pero algunos establecimientos la están comercializando todo el año, rompiendo tal vez esa tradición romántica que llegaba sólo con el buen tiempo.
Uno de los innovadores y emprendedores de esta industria fue José Panach Riera, cuya aportación fue trascendental inventando la primera máquina para recolectar chufa y que en la actualidad aún se utiliza. Eran los años 70 y este artilugio supuso una renovación integral en la recolección de la chufa y por tanto una revolución en esta actividad agrícola.
Su invento simplificaba considerablemente el tiempo y costes de recolección, elevando enormemente la capacidad de producción. No sólo abarató los costes, sino que garantizó la salud de las personas que se dedicaban al cultivo de este bien que ya entonces era apreciado.
Respecto a su salubridad y propiedades nutricionales, la dietista y nutricionista Andrea Rodríguez arroja luces y sombras:
La horchata viene de la chufa, un tubérculo que aporta azúcares naturales compuestos (como el almidón resistente, un excelente prebiótico), grasas saludables (ácido oleico y linoleico) y vitaminas e y c.
El consumo de chufa es beneficioso para el corazón, ayuda a reducir el colesterol y los triglicéridos y contiene polifenoles potencialmente anticancerígenos y antioxidantes.
Por tanto, es una bebida saludable siempre y cuando no tenga muchos azúcares añadidos. El gran problema de la horchata es que la mayoría de ellas llevan una elevada cantidad de azúcares añadidos, nada recomendables en una dieta equilibrada
Si el lector se decide a realizar una ruta de la horchata por Barcelona estas tres paradas deberían ser obligatorias:
- Sirvent (calle Parlament 56)
- Planelles-Donat (Portal de l'Àngel, 27)
- Tio Che (Rambla del Poblenou, 44)