Caprabo prevé un crecimiento del 5% en las ventas de coca de Sant Joan para esta temporada, uno de los dulces más arraigados a la tradición catalana durante estas fechas.
La oferta de Caprabo contempla un gran abanico de variedades de cocas, todas ellas elaboradas con productos de proximidad provenientes de Caldes de Montbui (Vallés Oriental), Juneda (Les Garrigues) y el Barcelonés. Respecto al tipo de producto, casi el 60% del consumo se centra en las referencias de tipo hojaldrado (de llardons, rellenas de crema, chocolates, o cabello de ángel) y el 40% restante, en las cocas de tipo brioche (con crema, frutas o de trenzado). Además de las cocas tradicionales, Caprabo tiene opciones sin azúcar, para adaptar el producto a las necesidades de sus clientes.
El consumo de coca de Sant Joan coincide con la celebración del solsticio de verano en las populares verbenas de Sant Joan. Cada año, panaderos y pasteleros elaboran este carismático dulce, que en su origen se amasaba con forma redonda, evocando al sol. A lo largo de los años, la receta, que en sus inicios se elaboraba con masa brioche, ha ido incorporando elementos dulces como las frutas confitadas, el chocolate, o las cerezas.
La coca de Sant Joan, tal como la conocemos hoy en día, se incorporó a la celebración de verbenas en el año 1860 y, desde entonces, gracias a su excelente calidad y los más de cien años de tradición, se ha convertido en uno de los productos más apreciados por los consumidores.