-¿Cómo surge la idea de Pictolex?
-Surge cuando desde Fem Nucli me piden que haga los contratos de alquiler para los pisos que están construyendo. Es una empresa joven, que quiere cambiar la forma de hacer las cosas, quiere diferenciarse de una promotora o una inmobiliaria típica. Quiere transparencia en las relaciones con sus inquilinos. Quiere aportar valores como la sostenibilidad, el compartir algún espacio con los vecinos, la movilidad eléctrica.
-¿Ahí es cuando llegas a la idea de las viñetas?
-Pensé que un contrato típico va en contra de todo lo que representa Fem Nucli. Así que, ¿cómo puedo hacer para plasmar sus valores, también, en sus relaciones legales con los inquilinos? Y a partir de ahí fui pensando hasta dar con el formato del cómic. El cómic permite personalizar las escenas, representar sus pisos con todo lujo de detalle. Además, gracias a un lenguaje sencillo, aporta la transparencia tan buscada con sus clientes.
-¿Qué casos de éxito habéis tenido hasta el momento?
-Por ahora tenemos el caso de Fem Nucli, que estamos finalizando. Muy pronto van a firmarse los contratos en forma de cómic. Para ello hemos colaborado con una ilustradora, Laura Fabrega, para que dibujara las escenas y la verdad es que estamos muy contentos con el resultado.
-¿Es este un posible camino para el futuro de los documentos legales?
-El derecho está cambiando, poco a poco, igual que la mayoría de los sectores económicos. En general, el derecho es un sector muy tradicional y reticente al cambio. Pero la tecnología y la innovación han venido para quedarse y también el derecho va a tener que adaptarse.
-¿De qué manera será esta adaptación?
-Ya lo está haciendo. Es lo que se conoce como el “legaltech”, el movimiento que junta el derecho con la tecnología. Hablamos de temas que van desde la automatización de documentos legales hasta la aplicación de algoritmos de inteligencia artificial para predecir resultados de juicios. Pasando por el “legal design”, que busca, precisamente, cambiar la forma como se presenta el derecho para poder hacerlo más comprensible.
-¿Consideras que un documento legal al uso es de fácil comprensión?
-Tradicionalmente, un documento legal es legalmente perfecto. Se centra en predecir el máximo de situaciones posibles y repartir responsabilidades, y es meramente una herramienta legal.
Esta visión de los documentos legales tiene como resultado documentos escritos en un lenguaje prácticamente ininteligible. Un dato: en un experimento (The Bigest Lie on The Internet) el 97% de las personas aceptó dar a su hijo en adopción para poder registrarse a una nueva red social. Era solamente un experimento, pero nos muestra que nadie lee las condiciones legales, llegando a producirse este tipo de situaciones irreales.
En Pictolex creemos que los documentos legales tienen que transformarse y pasar a ser documentos simples y usables, con valor añadido y siendo, en sí mismos, una herramienta de negocio.
-¿Habéis pensado otras vías visuales además del cómic?
-Es cierto que hace falta un cambio de mentalidad en el mundo del derecho a la hora de introducir esta innovación. Es por ello que también elaboramos el contrato en formato Q&A. Simplemente reescribiendo el contrato con palabras sencillas y plenamente válidas, y reorganizando la información, se puede pasar de un documento ininteligible a un texto comprensible.
-¿Y en vídeo? A fin de cuentas también es un lenguaje visual como lo es el cómic.
-El vídeo es el formato de comunicación del futuro, y cada vez más del presente. Personalmente, creo que algunos contratos pasarán a ser en formato vídeo, especialmente los relacionados con la aceptación de términos, condiciones de uso, etc. El problema está en disponer de una firma válida / consentimiento del usuario en cuestión cuando se trata de un formato como un vídeo. Por ejemplo, habría más dificultades para poder registrarlo en el Registro de la Propiedad.
Las grandes empresas tecnológicas y las startup son quienes pueden impulsar un cambio así, puesto que hacen uso de plataformas digitales para las comunicaciones con sus clientes.
-Hablando de clientes, ¿a quiénes os dirigís de forma preferencial?
-Nos dirigimos especialmente a empresas e instituciones, en concreto, bancos y aseguradoras, plataformas digitales, inmobiliarias y administraciones públicas. Los particulares están “acostumbrados” a firmar sin entender y después luchar para reclamar los derechos o discutirse para poder aclarar los problemas derivados de la firma de un documento legal que te obliga a determinadas cosas sin que el firmante sea consciente de ello.
Hay empresas que, además de apostar por la innovación y la transparencia en las relaciones con sus clientes, pueden beneficiarse de los servicios de Pictolex para reducir la tasa de litigiosidad, consultas y resolución de conflictos en general con sus clientes.
-Para terminar, ¿podrías decirnos qué costes tienen vuestros servicios?
-Aproximadamente € 3.000 un cómic de 12 viñetas, incluyendo un anexo en formato Q&A.