En 2016, la compañía de venta de cereales, Cereal Hunter’s abrió su primer local en España. En 2017 anunciaron que abrirían un promedio de 20 locales en todo el territorio nacional. El furor del momento, llevó a que decenas de personas hicieran fila por fuera de los locales. El producto era sin duda innovador en aquella fecha. Actualmente, solo están funcionando tres locales en el país, dos en Madrid y uno en Barcelona.
Lo mismo ocurrió con las máquinas expendedoras: en el 2016, 540.000 máquinas de vending llenaban las calles, 18.000 más que en el 2015. Sin embargo, en el 2019, las cifras empezaron a bajar. Según Stadista, la cifra se estancó por dos años en 523.000 máquinas y la tendencia va en descenso.
Los negocios “boom” pueden ser populares, pero no necesariamente exitosos. Fernando Doral, Coordinador y Docente del Máster Of Business Administration (MBA) de la Escuela de Negocios y Dirección - ENyD, comparte algunas recomendaciones para no caer en los “negocios de moda”.
“Muchos de los fenómenos emergentes no son realmente una tendencia: multitud de ellos aparecen en los medios simplemente porque son llamativos. La tarea es intentar tomar distancia para discernir cuáles son realmente tendencias de mercado. Además, en España contamos con una ventaja interesante: es probable que muchos de los negocios que empiezan a desarrollarse, ya tengan cierto recorrido en otros países. Esto nos da una excelente pista de qué negocios pueden explotar en nuestro país”, explica Fernando.
Aunque a la hora de invertir no hay garantías, ciertos ejercicios pueden permitir analizar un panorama de futuro sobre un negocio. Fernando, indica: “Mi mejor consejo para un inversor sería ser el segundo: es decir, analizar cuál es el comportamiento de esos mismos negocios en países pioneros. Ser el segundo es aún muy lucrativo y sin embargo mucho menos arriesgado que el primero”.
¿Cómo identificar si un negocio va a funcionar o no? Hacer un plan de negocio es estrictamente necesario, al igual que estudiar el comportamiento de los consumidores y preguntarse ¿Quién compraría mi producto? ¿A qué precio? “Hay que ser muy objetivo y no dejarse arrastrar por la euforia. Normalmente los medios se sentirán atraídos por fenómenos que no necesariamente están alineados con el comportamiento futuro de los consumidores. Es necesario hacer un ejercicio de proyección, sopesando las probabilidades de que ocurran los distintos factores que confluyen en el negocio en cuestión”, dijo el coordinador y docente de MBA.