La empresa ha destacado que su decisión "no cambia el compromiso de Cabify con la ciudad", donde opera desde 2011 y donde continúa su servicio de ride-hailing (VTC) como hasta ahora.
También ha dicho que está reforzando su apuesta por la movilidad sostenible de la ciudad con el avance hacia la descarbonización total de la flota conectada a la aplicación.
Ha concretado que el 77% de vehículos conectados a la app tienen etiqueta Cero o ECO, "un dato 12 veces superior al del parque móvil de Barcelona".