El nuevo conseller d’Empresa i Treball, Roger Torrent i Raimió, recibió el pasado miércoles -26 de mayo- la cartera del departamento de los anteriores consellers del Govern Ramon Tremosa y Chakir El Homrani.
En el marco del acto de traspaso, el conseller Roger Torrent ha recogido el encargo que ha hecho el presidente Pere Aragonès de “reconstruir el país desde un punto de vista transformador y siguiendo 4 banderas: la social, la feminista, la ecologista y la democrática”. “Con esta premisa del presidente y teniendo presente el testigo de los dos consejeros salientes, Ramon Tremosa y Chakir El Homrani, nos pondremos a trabajar inmediatamente por el país”, remarcó Torrent.
En este sentido, el nuevo titular d’Empresa i Treball señaló también que “estamos en una fase de diseño de la Cataluña que viene, donde hay que tomar decisiones importantes de país en la vertiente económica, laboral, social, y ambiental”. Por eso, el conseller Torrent añadió que: “necesitaremos concertación, grandes consensos con los agentes sociales, económicos y políticos del país, para construir una nueva Cataluña que apueste por la transformación económica y ponga las personas en el centro”.
Asimismo, Roger Torrent también quiso mostrar agradecimiento por el trabajo hecho de los consellers salientes: “les ha tocado servir el país en momentos muy complicados, muy difíciles, tanto en el ámbito social y sanitario, como también económico”. En este sentido, “como representante del Gobierno entrante quiero agradecer al consejero Tremosa y el consejero El Homrani, los servicios prestados al país, en un momento tan complejo”, destacó Torrent.
Carrera política
Según una nota de EuropaPress, la carrera política de Torrent “comenzó en su municipio natal –Sarrià de Ter (Girona)- como concejal con 20 años y en 2007 fue escogido alcalde, cargo que mantuvo hasta que fue nombrado presidente del Parlament en 2018”.
En este sentido añade la nota: “como alcalde joven se convirtió en una figura emergente en ERC, lo que le valió para entrar como diputado en la Cámara catalana en las elecciones de 2012 y cobró protagonismo en la siguiente legislatura –la del 1 de octubre- como portavoz adjunto de JxSí, puesto en el que se curtió bajo el foco mediático encargándose de comparecer en momentos polémicos de ese mandato”.
De este modo, “tras esa legislatura y después de ir como número 2 por Girona en las elecciones de 2017, en enero de 2018 fue escogido por ERC para presidir el Parlament relevando a la expresidenta Carme Forcadell y convirtiéndose en el presidente de la Cámara más joven desde que se recuperó la institución en 1980.
En ese momento la Generalitat estaba intervenida a través del 155, por lo que Torrent se convirtió en la máxima autoridad de Cataluña durante varios meses hasta la investidura de Quim Torra como president del Govern, pero su figura comenzó a cuestionarse por una parte del independentismo a partir del 30 de enero con la investidura fallida del expresident Carles Puigdemont.
Torrent decidió no desobedecer a los tribunales y rechazó convocar un pleno para que Puigdemont pudiera ser investido a distancia, y Junts lo hizo responsable de impedir que el expresidentes fuera restituido en su cargo, por lo que a lo largo de la legislatura se convirtió en la diana de algunas de las crisis que se han producido entre los socios del Govern”.
También a nivel judicial, el que fuera líder del Parlament de Catalunya la última legislatura ha visto como “la Fiscalía se ha querellado contra él por presunta desobediencia al tramitar resoluciones favorables a la autodeterminación y contra la Monarquía, que de momento el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha admitido y si prospera podría acabar inhabilitado”, recoge EuropaPress.
Por otro lado, según publica también la agencia, “durante su Presidencia ha buscado dejar huella en el Parlament con varias iniciativas para fomentar la equidad entre mujeres y hombres en la Cámara catalana -como el plan de igualdad y el pleno de mujeres-, ha creado un manual de buenas prácticas de los diputados para rebajar la tensión política y también ha buscado tejer complicidades internacionales con el proceso independentista y contra la “represión” del Estado”.