La taquilla y la recaudación mandan
Debe decirse que mientras Superman y Batman ya triunfaban entre los espectadores, con recaudaciones de 300 y 411 millones de dólares respectivamente, no era así con el resto de personajes que tan solo lograban ser adaptados en formatos baratos e incluso con cierto desprecio por parte de las productoras. Es sabido que Sony, propietaria de los derechos cinematográficos de Spiderman, pudo haberse hecho con un gran paquete de héroes de Marvel Comics por tan solo 25 millones de dólares, pero consideró que a nadie le interesaban y prefirió optar por comprar tan solo al trepamuros.
Aunque acertaron del todo, ya que en su primera película estrenada en 2002 se invirtieron 139 millones de dólares y se saldó con un total de más de 800 millones. Algo que se mantuvo en las secuelas que firmó Sam Raimi.Otros productos no resultaron tan rentables, como Superman Returns, que si bien obtuvo 391 millones costó otros 204 millones, lo que hizo que las cuentas de Warner Bros. no salieran como ellos querían.
Actualmente, con sus más y sus menos, las películas de superhéroes son siempre grandes éxitos. En 2008 Iron Man consiguió 585 millones, en 2012 Los Vengadores rompió la barrera de los 1000 millones (1519, para ser exactos), Batman v. Superman se estrenó un año después y logró 827 millones, y en 2019 Vengadores: Endgame destrona a Avatar como la película más taquillera de la historia. Esto deja claro el buen momento que viven este tipo de historias, que se han convertido en el nuevo tema de conversación y el ocio predilecto de la mayoría, llegando incluso a sustituir al fútbol en las conversaciones cotidianas que se oyen en el bar.
Pero el género empieza a resultar repetitivo y por ello busca una transformación, algo que ha tenido ya varios intentos y se ha saldado con buenos resultados. Por un lado se puede hablar de enfoques más oscuros y adultos como en Joker y Logan (con 1074 y 619 millones recaudados, de forma respectiva), y otros más informales como Aves de presa (y la fantabulosa emancipación de Harley Quinn) que a pesar de ser un producto entretenido y disfrutable solo logró 201 millones frente a los 84´5 de presupuesto (que si bien no es nada desdeñable, las cifras que interesan a las grandes productoras son otras).
Y, en un futuro próximo (tanto que ya podemos acariciarlo), el nuevo giro llegará con la entrada del Multiverso en el cine.
Antecedentes en el cómic y en las pantallas
Se suele considerar que los universos múltiples de los cómics nacen en la historia “El Flash de dos mundos'', presentada en 1961 con guión de Gardner Fox. En la misma el Flash de ese momento, Barry Allen, viaja hasta otra realidad y se encuentra con el hombre que había sido Flash durante la Segunda Guerra Mundial, Jay Garrick; una aventura más, como otras tantas, que fue el germen de algo mucho mayor.
Los cruces entre diferentes versiones de un personaje se volvieron algo habitual, lo mismo que los encuentros entre distintos mundos e incluso con algunos hitos como tramas que involucran a personajes estrellas de diferentes editoriales. El primer gran encuentro oficial entre Marvel y DC fue el de Superman y Spiderman en 1978, un gran éxito de ventas tras el que vendrían otros tantos de mayor o menor interés.
Los más relevantes serían la miniserie Marvel vs DC, en la que los héroes y villanos de ambas compañías lucharán por la supervivencia de sus respectivos universos, dando lugar a una mezcla divertida mezcla temporal de ambos que se llamaría Amalgama; y también la maxiserie Crisis en Tierras Infinitas de DC Comics, en las que sus muchos mundos paralelos se verán cara a cara, algunos morirán y finalmente quedará una única Tierra (luego la cosa se lía, pero es tema largo de contar).
Esta historia se adaptó dentro del universo de series de CW y logró tener una más que respetable audiencia, que en la emisión de los diferentes episodios superó ampliamente el millón de televidentes. A eso habría que sumar los que lo vieron de forma oficiosa, además de en formato doméstico. La apuesta contó con un presupuesto más elevado de lo que era habitual en estas cabeceras, se contó con el regreso de Burt Ward como Dick Grayson (¡De la serie Batman de 1966!), Brando Routh y Tom Welling como Superman (o, al menos, Clark Kent), o Kevin Conroy quien tras años de ser el actor de voz más popular de Batman pasó a interpretar a un Bruce Wayne de carne y hueso, quedó demostrado que el público estaba preparado y ansiaba este tipo de eventos.
De Spiderman a Flash: saltando entre universos
La primera gran incursión que se ha realizado en el cine ha sido la adaptación, con matices, de la saga Universo Spiderman bajo el nombre de Spiderman: Un nuevo universo. Una cinta de animación de Sony estrenada en 2018 que costó 90 millones y recaudó 375, con muchas buenas críticas y el aplauso de los fans del personaje. En la misma se daban cita diferentes versiones del mismo, contando con las voces de Nicolas Cage, Hailee Steinfeld y Jake Johnson, entre otros.
De forma reciente, y de la misma productora, se ha lanzado el muy esperado trailer de Spiderman: Sin camino a casa que prevé llegar a la gran pantalla en diciembre de este 2021. Este filme supondrá el regreso de Alfred Molina y Jamie Foxx a sus papeles de villanos, Doctor Octopus y Electro, en dos franquicias diferentes de Spiderman que se enfrentan a la actual que protagoniza Tom Holland y está dentro de la continuidad de Marvel Studios. Es decir, se pretende unificar las diferentes versiones de acción real en una única historia, si se contará también con Tobey Maguire y Andrew Garfield, o incluso con Nicholas Hammond, es algo que está por ver.
Aunque no se sabe con exactitud el dinero invertido en tal colosal propuesta, las cifras parecen rondar por encima de los 200 millones de dólares, acercándose casi a los 300, aunque las expectativas de recaudación superan los 1000 millones a nivel mundial. De ser así, resultaría un dinero bien invertido, sin tener en cuenta las posteriores ventas en formato doméstico y merchandising que sin duda se contarán por otros tantos millones.
El año próximo, 2022, llegará al cine otra esperada propuesta multiversal: The Flash. En este caso se trata de una película que viene de lejos, el proyecto está confirmado desde la década pasada como parte del ya (en teoría) cancelado DC Extended Universe, que en esta propuesta se inspirará en el arco de los cómics Flash Point en el que por culpa de una alteración del pasado Flash llega a una nueva realidad. El cómo o el porqué de su versión en la gran pantalla es algo que se sabrá en su momento, lo que sí se ha adelantado es que supondrá el regreso de Michael Keaton a su papel de Batman, al que ya interpretó en 1989 y 1992, uniendo de esta forma dos realidades diferentes (quizá más).
Parece que los estudios lo tienen claro y no pretenden dejar el género de superhéroes de lado hasta que este no dé más de sí, a pesar de algunos trompicones por el camino como el poco éxito de las recientes Viuda Negra y El escuadrón suicida. Por delante quedan todavía muchos estrenos, desde las ya citadas a Black Adam, Venom: Habrá matanza, Morbius o The Batman, entre otras muchas que están por llegar.