Pero antes de llegar a eso, ¿qué es exactamente la economía circular? Es básicamente un modelo que trabaja de la mano con el sector económico y social, buscando producir bienes y servicios mientras reducen el consumo de materia prima o fuentes de energía. Es la posibilidad de darles una segunda vida.
En Cataluña hay un montón de emprendimientos que demuestran un compromiso ambiental/social. Tal es el caso de Sorbos, una empresa joven que ofrece la primera pajita comestible y biodegradable del mercado. Su apuesta es trabajar bajo el concepto de Eco-Tasting, o en otras palabras, el ecologismo cotidiano que genere impactos significativos dentro del medioambiente.
“Diariamente se consumen más de mil millones de unidades de pajitas de plástico. Nuestro producto es una solución real para un problema real, porque a pesar de ser comestible, es capaz de mantenerse por mucho tiempo dentro de la bebida. Tardamos más de un año en realizar esta fórmula con ingenieros alimentarios”, detalla Víctor Sánchez, fundador de Sorbos.
Dicho planteamiento también lo analizan distintas empresas. El sistema económico de las últimas décadas agota con rapidez los recursos disponibles en el planeta. Por esa razón, se ha vuelto fundamental conocer el éxito de la renovación y reutilización dentro del sector empresarial, porque así queda en evidencia que puede existir un equilibrio entre ganancias financieras y apoyo al medioambiente.
Otros casos que vale la pena mencionar en el entorno local son:
- Silence Urban Ecomobility: compañía dedicada al diseño, desarrollo y producción de scooters 100% eléctricos de elevada eficiencia. También desarrollan su propia batería recargable (la fábrica está en Barcelona).
- Picvisa: es un proveedor especializado en el diseño, fabricación y suministro de equipos de separación óptica para la clasificación de materiales, recuperación y valorización de residuos.
- Go Zero Waste: una aplicación que te ayuda a comprar alimentos sin plástico con la finalidad reducir la cantidad de residuos de tu día a día.
El mundo actual está cambiando la manera de realizar negocios. Las nuevas generaciones apuntan a un consumo sostenible y eso, inevitablemente, cambiará las normas del mercado. Todavía siguen existiendo los imperios tradicionales (multinacionales), pero el camino parece cada vez más claro para aquellos que quieran adentrarse al ámbito de los emprendimientos.