Diego Quiroga fundó la empresa 20 años atrás, con solo 26 años. Hoy, la compañía barcelonesa de diseño industrial es líder en diseño de movilidad sostenible y pionera en diseño computacional, con más de € 1 millón de facturación.
InfoNegocios: ¿Qué hacen en Ánima?
Diego Quiroga: Ánima es una empresa que fundé hace 20 años ya, ahora voy a hacer 46 este mes, básicamente hacemos diseño de producto. Cuando una empresa necesita algún producto para el mercado, alguien tiene que darle la forma, la estética, alguien tiene que hacer la ingeniería del desarrollo de la pieza a nivel interno y prepararla para fabricación. Nosotros hacemos todas las fases: diseño, desarrollo de ingeniería y el lanzamiento - packaging - todo lo vaya asociado a vender el producto después.
IN: Acompañan a la empresa en todo el proceso…
DQ: Cuando alguien entra por la puerta de Ánima sale con un producto acabado, podemos hacerle el proyecto entero, con llaves en mano. Si alguien viene solo con la idea, nosotros lo acompañamos hasta encontrar las fábricas, generar los moldes, revisar el control de calidad, importación, todo. El orden sería: estudio de mercado, diseño, desarrollo de ingeniería, prototipado, producción, delivery. Es la gran diferencia con otros estudios de diseño respecto a Ánima, estamos especializados en lanzar productos al mercado, hacemos el 360°
IN: Sería la terciarización del proyecto de un producto para lanzar al mercado…
DQ: Exacto, muchas empresas grandes tienen su propio departamento de diseño, entonces cuando van muy saturados pueden tercerizar: si es una empresa que tiene que hacer un catálogo de 100 productos y tiene un equipo de 25 personas, no da para hacerlo entonces a nosotros nos derivan 30 de esos proyectos, por ejemplo. Y también hay empresas que no tienen departamento técnico, startups, o empresas muy grandes que no quieren tener un departamento.
IN: ¿Dónde tienen oficinas?
DQ: Tenemos la sede central en Barcelona, luego tenemos una pequeña oficina en Donostia, San Sebastián y una oficina en China en la ciudad de Shenzhen.
IN: ¿Cómo surge la relación con China?
DQ: La historia inicial de Ánima se remonta a China. Empezamos a diseñar productos para una empresa catalana muy conocida y uno de los primeros productos que hicimos, se fabricaba en China, y el fabricante chino que recibió nuestro diseño se quedó enamorado y necesitaba más para otras empresas. Así que con nuestra mochila nos fuimos a China sin mucho conocimiento de lo que era, hoy 20 años después seguimos trabajando con él, es uno de nuestros mejores clientes y trabajamos para grandes marcas mundiales.
IN: ¿Sigue representando el mayor porcentaje de exportación de la empresa?
DQ: La balanza de exportación a Asia se ha modificado debida a la pandemia, nos hemos diversificado mucho hacia Europa, Estados Unidos, Sudamérica y principalmente exportación a Europa por cercanía y posibilidad de viajar en estas épocas. Desde Lituania, Polonia, Suiza, Eslovaquia, Italia, Alemania, un poco de todo. Nuestra balanza sigue siendo 70% de exportación, pero si antes de ese 70% el 90% era Asia ahora es un 50% Asia 50% Europa.
IN: Desde Ánima abarcan distintos sectores, el de la movilidad, la salud, también diseñaron violines…
DQ: Si, nos gusta ser muy transversales, empezamos trabajando para estas empresas chinas que hacían herramientas, empezaron a pedir exclusividades, como ya no podíamos tocar el sector herramientas porque teníamos exclusividad con ese cliente, buscábamos otro sector como el médico, el de la movilidad. Lo que hacemos es ir abriendo sectores y subiendo en ese sector hasta el cliente más grande.
IN: Aspiran a lo grande…
DQ: Exacto, si trabajamos herramientas con Bosch, ya no podemos subir más. En equipamiento médico ahora estamos trabajando con Almirall que es una farmacéutica que factura mil millones, lo mismo con la movilidad, trabajamos para pequeñas startups y ahora trabajamos para Peugeot. Hacemos un poco de todos los sectores, tenemos especialistas en todos los sectores y eso nos da ese punto de motivación en no hacer cada día lo mismo. Además, al saber de tantos sectores, aplicamos tecnologías de un sector que es muy maduro a otro que es muy inmaduro, por ejemplo: el sector de las bicicletas es muy maduro, se sabe mucho y tienen tecnologías super avanzadas, entonces cuando hacemos un proyecto de sillas de ruedas que es un sector poco maduro, muy anclado en el pasado todavía, nosotros le aplicamos la tecnología que conocemos de otro sector como es el de la bici o la moto, para aplicar productos más modernos, que sean plegables como la bici eléctrica, etcétera.
IN: ¿Se consideran una empresa que diseña sosteniblemente?
DQ: Diseñar sosteniblemente es una de nuestras ramas principales, hacemos estudios de sostenibilidad y análisis de impacto medioambiental de todos los proyectos que realizamos. Diseñar un producto sostenible no es solo ponerle un plástico reciclado, tienes que pensar desde el principio todo el diseño del producto para que durante su ciclo de vida aguante lo más posible sin tener que reutilizar consumibles o recambios, que dure más tiempo. Y poderlo reciclar correctamente, si un cepillo de dientes está hecho de un plástico blanco y tiene sobre inyectada una goma de color rosa, eso luego no se puede tirar al conteinter de plástico porque no se pueden separar esos dos plasticos. Nosotros diseñaríamos un cepillo de dientes en el que esas piezas se pudieran separar. Hay que pensar todo desde el principio.
IN: O sea que lo que tiramos al contenedor de plástico aquí en Barcelona, mucho no se puede reciclar…
DQ: Cuando llega todo eso a la planta de reciclaje, todos esos plásticos que están unidos y fusionados como en el caso del cepillo de dientes no se pueden separar, se tiran. Y todo ese plástico que tú has tirado en el contenedor cuenta como plástico reciclado de las estadísticas, pero en realidad luego hay un 30 % o 40 % que están sobre inyectados que volverá a la basura con lo cual da una estadística que no es real. Los diseñadores tenemos ese puntito de importancia para poder diseñar cosas que sean después reciclables.
IN: ¿Aspiraciones para este 2022?
DQ: Nosotros el año pasado facturamos € 1,2 millones, a nivel de facturación esperamos estar entre € 1,8 y € 2 millones. No lo veo difícil por contratos que estamos gestionando ahora mismo. Y luego nos gustaría abrir sobretodo cuentas grandes, nuestra gran apuesta este año ha sido la compra de un nuevo edificio en la que hemos puesto más capacidades a nivel de prototipado, a nivel de equipo, ahora ya somos 27 personas y nos gustaría poder acceder a grandes cuentas, como Repsol, Roca, Almirall que ya trabajamos, pero del mismo estilo.