ENAIRE, el gestor nacional de la navegación aérea, realizará las primeras demostraciones de aerotaxis en Barcelona y Santiago de Compostela –cuyo aeropuerto se convertirá en el centro logístico-. “Se emplearán plataformas de gran tamaño, recorrerán espacios abiertos y, dependiendo del desarrollo regulatorio alcanzado en ese momento, embarcarán personas o muñecos de prueba” indica su director, Ángel Luis Arias.
Si bien, este anuncio revolucionario, que tiene como punto de partida el congreso virtual The future is waiting for us: the new urban air mobility, no dispondrá con los primeros taxis que ocupen el espacio aéreo urbano español.
Hecho que ocurrirá este 2021 de la mano de La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y algunas iniciativas privadas –como la firma española Tecnalia o la china eHang- que ya se encuentran en una etapa avanzada de desarrollo de vehículos voladores, aunque ninguna llevará a cabo demostraciones, como si lo ha dispuesto ENAIRE.
Mientras que el proyecto CORUS-XUAM, que será el que se lleve a cabo en Barcelona, estará dirigido por Eurocontrol, la demostración de Santiago de Compostela, AMU-LE, será pilotada por Everis, según indican desde la compañía.
Los retrasos en la legislación dificultan la consolidación del proyecto
Mientras que este año se realizarán las primeras pruebas en Europa, en EE.UU. ya se están llevando a cabo repartos con drones desde septiembre de 2020 -con Amazon como principal actor-, no será hasta 2023 cuando la Unión Europea establecerá el marco regulatorio del espacio aéreo en entornos urbanos.
Esta normativa afectará a aquellos espacios con una altura inferior 150 metros en núcleos de población. Zona que incide directamente tanto en los aerotaxis como en los helicópteros.
Paralelamente, Uber tiene pensado iniciar a operar con drones con ayuda de la NASA en 2023, lo que podría colocar a la firma a la cabeza del mercado tanto a su rama de delivery como en la dedicada al traslado de pasajeros.