Sólo en el área metropolitana de Barcelona existen 213 empresas y 319 juegos dedicados al mundo de los Escape Room, cuyo origen en Europa se remonta a 2011 en la ciudad de Budapest. El formato inicial se basaba en resolver unos enigmas de lógica e inteligencia en una habitación y escapar de ella. La evolución ha sido sorprendente transformándose en una actividad con decorados cinematográficos, efectos especiales y la participación de actores profesionales. La fiebre por los Juegos de Escape se ha extendido por toda Europa despertando el interés de los emprendedores, pero inevitablemente este sector también se ha visto golpeado por el COVID-19.
A pesar de que se tomaron medidas de prevención: los grupos son reducidos, 5 personas y con mascarillas, desinfección de superficies e hidrogel. El sector denuncia que el 30% de los negocios de Cataluña se han visto forzados a cerrar. Aun manteniendo el apoyo de los clientes, se encuentran en una situación de "desamparo legal" por parte de la administración ya que no están reconocidos como sector. No disponer de número propio en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas ha provocado el cese forzoso de su actividad por englobarse en el mismo departamento que actividades como ocio nocturno, salones de juegos y casinos con los que no tienen similitud alguna. Los representantes de las asociaciones han solicitado un plan sectorial y más facilidad al acceso de ayudas específicas para hacer frente a los gastos.
Sin embargo, la inventiva ha florecido en esta coyuntura de la pandemia adaptando el negocio de los Escape Room a formatos virtuales y a domicilio. Empresas como Cripthos se han especializado en experiencias virtuales donde pueden participar grupos de hasta 100 personas simultáneamente, ofreciendo una alternativa a las actividades de empresa convencionales.
En otra muestra de creatividad, el juego Barcelona Sicario se apropia del concepto de comida a domicilio, más popular que nunca en estos tiempos, ofreciendo un Escape Room a domicilio donde dos actores plantean a los jugadores unos enigmas y una historia al más puro estilo Tarantino.
Una actividad que nació en plena crisis del 2011 parece que no se va a resignar a morir en 2020.
Escape Room, el ocio de moda se reivindica y reinventa (más de 200 empresas de juegos en el área metropolitana)
(Por Bruno Alonso) Estos populares negocios exigen a las autoridades una legislación particular que regule su actividad y surgen nuevos y sorprendentes formatos para adaptarse a la pandemia.