No es ningún secreto que el mercado de los videojuegos competitivos, llamados esports, está revolucionando múltiples industrias. Millones de fans se conectan para poder ver a sus ídolos enfrentarse, lo que ha hecho que las marcas estén dispuestas a invertir enormes cantidades en estas ligas electrónicas.
Gracias a los dueños de AterlifeBar, aquellos que residan en Barcelona pueden disfrutar de los esports rodeados de personas con sus mismos gustos y disfrutando de una comida, un postre o un cóctel. Hemos hablado con los dueños para descubrir las claves de este ingenioso negocio.
Cuando les preguntamos cómo nació la idea de un bar donde se retransmitieran esports, nos responden: “Tan sencillo como que mis socios y yo éramos aficionados a los deportes electrónicos y nos reuníamos en mi casa para ver los partidos. Pero claro, lo veíamos en una pantalla de ordenador pequeña y bebiendo cervezas o refrescos de lata”.
“Nos preguntamos por qué existía la opción de ir a ver un partido de fútbol a un bar especializado donde, además de disfrutar del deporte cómodamente junto a otros aficionados, también podías comer y beber bien, pero no existía un local donde, en lugar de deporte tradicional, pusieran deportes electrónicos. Investigamos el mercado y vimos que había demanda, pero nadie se había animado a hacerlo”, agregan.
El sector de los esports se encuentra en un momento de gran crecimiento. Cuando les preguntamos por el futuro de la industria, en Atferlife nos dicen: “Cada vez el sector de los deportes electrónicos se está profesionalizando más, se ofrece más contenido y de mejor calidad”.
“Cada vez son más los aficionados que empiezan a seguir a jugadores o equipos, y eso lo hemos notado en estos años desde que hemos abierto. Pero aún queda mucho para que se estabilice y normalice como los deportes tradicionales”
Este crecimiento del sector ha hecho que el perfil de cliente haya ido evolucionando. “Al principio eran en su mayoría jóvenes en edad universitaria. Ahora siguen con la misma afición por los deportes electrónicos, pero ya terminaron sus carreras y muchos tienen trabajos que no tienen por qué estar relacionados con los videojuegos”.
Además, el aumento de visibilidad de los esports ha hecho que las fans femeninas sean también más visibles. Durante años, se dio por hecho de forma equivocada que los videojuegos eran cosa de hombres, a pesar de que había muchas fans y jugadoras femeninas. “Hemos visto crecer notablemente el número de chicas” nos confirman en Afterlife. “Amigas que comparten afición y vienen a disfrutar en un ambiente agradable y tranquilo."
Con el crecimiento de nuevas industrias tecnológicas como los esports, es de esperar que sigan surgiendo negocios novedosos como Afterlife bar. Lo más probable es que dentro de unos años, todas las grandes ciudades tengan al menos un bar dedicado a este tipo de competiciones.