"El periodo relativamente largo hasta la posible fecha de aprobación (de seis a ocho meses) añade incertidumbre y puede presentar una distracción para ambos bancos", ha indicado la firma.
Fitch ha explicado que en caso de que la OPA sea aceptada por los accionistas, será cuando se valoren las posibles implicaciones para los ratings de ambos bancos.
A priori, la agencia considera que BBVA se beneficiaría de una mayor escala y franquicia doméstica, especialmente en el segmento de pymes, de unas sinergias de costes de 850 millones de euros y una mayor exposición geográfica a países desarrollados.
Fitch también tendría en consideración para su rating los riesgos ligados a la integración, aunque ha destacado que BBVA tiene un historial "sólido" integrando bancos en el pasado. "No obstante, esta adquisición implica mayores desafíos por su naturaleza no amistosa y los posibles impactos en las regiones que más se solapan", ha indicado Fitch.
En caso de que la OPA fracase, la calificadora de riesgos no prevé implicaciones negativas para el perfil crediticio de ambas entidades, que se seguirán beneficiando de un entorno positivo por el ciclo de tipos de interés. En el caso de BBVA, se verá apoyado por su filial en México, mientras que Sabadell aprovechará la mejora de rendimiento de TSB.