"Compraremos cuando el precio sea el que consideremos oportuno", ha señalado Montero en el transcurso de su participación en un Encuentro con la SER organizado por la Cadena Ser Andalucía.
La vicepresidenta ha señalado que "no hay novedades" sobre la decisión de que el Estado regrese al accionariado de una multinacional española catalogada como estratégica en el sector de las telecomunicaciones, pero de igual forma ha indicado que si las hubiera, "tampoco las diría".
"El mercado ha recibido muy bien que la SEPI compre el 10% de las acciones de Telefónica", ha sostenido la vicepresidenta y ministra de Hacienda sobre la decisión adoptada por el Gobierno, quien ha apelado a la condición de Telefónica como la empresa de telecomunicaciones más importante de España", algo que ha contrapuesto a decisiones que tomaron otros gobiernos -en alusión velada al periodo de gobierno de José María Aznar- para señalar que "otros malvendieron Teléfonica".
Montero ha rechazado en ese sentido las críticas recibidas por la entrada de la SEPI en el capital de Teléfonica como "una política de intervencionismo", tras poner de manifiesto que países del entorno europeo, como Francia y Alemania, están presentes en el accionariado de sus empresas estratégicas, y ha señalado la conveniencia de que "una pata (empresarial) no esté en manos de fondos inversores extranjeros".
"Nosotros estamos apostando por una empresa muy importante de España, estratégica", ha reafirmado la vicepresidenta, con el convencimiento de que la presencia del Estado en el capital del grupo que preside José María Álvarez-Pallete "le da incluso mayor operatividad y mayor aval a su presencia en los mercados internacionales".
El holding público presidido por Belén Gualda comunicó el 19 de diciembre a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su intención de ir adquiriendo acciones de Telefónica con la intención de llegar al 10% de su capital, lo que supondría una inversión que oscilaría entre 2.000 y 2.100 millones de euros (a precio de mercado este viernes, sería de 2.133 millones).
Este importe estaría en línea con los 2.100 millones que destinó el inversor saudí STC para hacerse con el 9,9% del capital de la compañía, posición compuesta en un 4,9% por participación directa y en un 5% por instrumentos financieros. Ha sido precisamente la entrada de este inversor extracomunitario en el capital de Telefónica lo que ha motivado al Gobierno a llevar a cabo este movimiento en el capital de Telefónica.