La desarrolladora de videojuegos y la tecnológica están enfrentadas desde agosto de 2020, cuando Google retiró Fortnite de Play Store después de que el Epic introdujera un sistema de pagos independiente. Así, el estudio demandó tanto a Google como a Apple -que también eliminó dicho título de su tienda de aplicaciones, App Store- bajo una acusación de monopolio en la distribución de sus aplicaciones en sus tiendas.
Con esta acusación, Epic Games indicó que ambas compañías abusaban de los beneficios obtenidos de las comisiones que cobraban a los desarrolladores cada vez que se descargaban uno de sus servicios y, desde entonces, busca conseguir un espacio de igualdad en las tiendas de aplicaciones.
Por su parte, Google contrademandó a Epic en octubre de 2021, alegando que la desarrolladora había incumplido el contrato para distribuir Fortnite en la aplicación de tiendas Play Store. Finalmente, en diciembre del pasado año, el jurado encargado del caso en Estados Unidos determinó por unanimidad que Google Play y su servicio de facturación presentaban comportamientos monopolísticos.
APERTURA DE LA PLAY STORE Y APELACIÓN
En el marco de este fallo, el juez federal a cargo, James Donato, emitió una orden judicial a principios de este mes de octubre en la que detalló cuáles son las obligaciones de Google para favorecer la competencia respecto a la tienda de aplicaciones de la tecnológica.
Principalmente, esta sentencia indica que la compañía tecnológica está en obligación de abrirse a tiendas de terceros, es decir, permitir que otras tiendas alternativas -como es el caso de Epic- tengan acceso a su catálogo de aplicaciones y puedan descargarlas con las mismas condiciones que las descargas realizadas directamente desde Play Store.
Siguiendo esta línea, entre otras pautas, también se indicó que Google no podrá obligar a los desarrolladores a usar el sistema de facturación que ofrece en las aplicaciones que se distribuyen a través de su tienda oficial, ni prohibir métodos de pago alternativos dentro de Play Store. Asimismo, deberá permitir que los desarrolladores determinen los precios de sus servicios, así como incluir enlaces externos que permitan descargar sus aplicaciones fuera de su tienda oficial.
Tras todo ello, Google apeló la sentencia interpuesta y solicitó a los tribunales la detención de la implementación de estas medidas, de cara a "mantener una experiencia consistente y segura para los usuarios y desarrolladores", tal y como explicó la compañía en un comunicado en su web.
Esto se debe a que, tal y como indicó en ese momento la vicepresidenta de Asuntos Regulatorios de la tecnológica, Lee-Anne Mulholland, estos cambios "pondrían en riesgo la privacidad y la seguridad de los consumidores", además de provocar más dificultades para que los desarrolladores promocionen sus servicios.
SENTENCIA PAUSADA HASTA QUE SE REVISE EL CASO
Ahora, en base a la apelación de Google, el juez Donato ha aprobado una suspensión administrativa de la sentencia, con lo que ha pausado las medidas para abrir la tienda de aplicaciones Play Store a tiendas de terceros de forma momentánea, hasta que se revise el caso por parte del Tribunal de Apelaciones.
Es decir, con esta suspensión administrativa el tribunal respalda que, por el momento, Google no ofrezca acceso al catálogo de aplicaciones de la Play Store a tiendas de terceros, como Epic o Microsoft, y mantenga sus normativa y funcionamiento como hasta ahora, hasta que el Tribunal de Apelaciones decida si paralizar las medidas durante más tiempo para revisar el caso.
Tal y como ha manifestado al respecto Google, en declaraciones recogidas por The Verge, la tecnológica apoya la decisión de suspender temporalmente las pautas interpuestas en la sentencia, a las que se ha referido como "medidas peligrosas exigidas por Epic", mientras el Tribunal de Apelaciones estadounidense considera la solicitud de "suspender aún más" dichas normas.
"Estas medidas amenazan la capacidad de Google Play de brindar una experiencia segura y protegida", ha sentenciado la tecnológica, al tiempo que ha señalado que seguirán defendiendo su caso para proteger a 100 millones de usuarios de Android, más de 500.000 desarrolladores y miles de socios en Estados Unidos.
No obstante, el juez Donato no ha pausado todas las normas interpuestas en la sentencia. Tal y como se indica en los documentos judiciales y ha detallado el medio citado anteriormente, desde el 1 de noviembre de 2024, hasta el 1 de noviembre de 2027, Google no podrá llevar a cabo acuerdos con operadores o fabricantes de dispositivos para que impidan la preinstalación de tiendas de aplicaciones de terceros, a cambio de dinero o participación en los ingresos.
Por su parte, Epic también se ha pronunciado alegando que Google "continúa infundiendo miedo y utilizando amenazas de seguridad infundadas para proteger su control sobre los dispositivos Android y seguir cobrando tarifas exorbitantes", según ha compartido The Verge.
Asimismo, ha señalado que la pausa en la medida cautelar "es simplemente un paso procesal" para que el Tribunal de Apelaciones tenga tiempo para reflexionar sobre la solicitud de Google de suspender la medida cautelar a la espera de la apelación.
Con todo ello, en caso de que esta suspensión administrativa no se hubiese autorizado, Google habría tenido que abrir la Play Store a tiendas de terceros el próximo viernes 1 de noviembre de este año. De manera que habría tenido que permitir acceso al catálogo de aplicaciones de la Play Store, medidas de pago alternativas y enlaces a descargas de aplicaciones fuera de Google Play, entre otras medidas.