En España, el contexto de la pandemia fue uno de los más fuertes. Largos confinamientos y restricciones marcaron un cambio bastante llamativo en los comportamientos a la hora de hacer compras. Según un estudio de Astound Commerce (compañía de comercio electrónico), las ventas por e-commerce en el territorio español crecieron un 36%.
“Muchos usuarios tradicionales de tienda física han aprendido que es un método seguro, rápido y en muchos casos proporciona un gran servicio. Se ha perdido el miedo al e-commerce, que era una de las barreras que frenaban su crecimiento inicialmente. Muchas personas han aprendido a funcionar en el entorno online y ahora saben cuáles son las tallas en ciertas marcas; que hay marcas solo digitales que cubren servicios específicos; cómo encontrar buenas ofertas; buscar en Amazon/AliExpress...”, informa Daniel Carnerero, vicepresidente de Astound Commerce para España y Portugal.
Compañías dedicadas a trabajar con comida (supermercados), deportes (ropa y equipos para hacer ejercicios), juegos de mesa, tecnología y entretenimiento en streaming (Netflix, Disney+, Amazon, Spotify, etc.) han sacado una enorme ventaja por su existente sistema online.
Las expectativas para el 2021 también son positivas. Si bien se prevé que poco a poco existan menos restricciones, la realidad es que la población seguirá confiando en las compras online para satisfacer sus necesidades. El mismo estudio afirma que la estimación para España es de un incremento alrededor del 24%, mientras que en el resto del mundo podría llegar al 18%; sin embargo, esto dependerá de la evolución de la pandemia y de las posibilidades que existan para viajar en los meses de vacaciones.
Necesidad prioritaria
Por otra parte, una de las conclusiones más contundentes de la crisis mundial es la necesidad de apostar por una sólida estructura e-commerce. Daniel Carnerero explica que muchos negocios fueron golpeados por la pandemia por no realizar inversiones inteligentes en el ecosistema digital, tomando en cuenta que existen facilidades por el mundo globalizado y tecnológico en el que nos encontramos. Además, añade que “las inversiones en época de pandemia se han centrado en optimizar lo que hubiera, más que buscar una solución potente que diera un salto cualitativo a futuro”.