"Los últimos datos, exceptuando el de hoy, ya nos hacían pensar que teníamos que revisar a la baja la inflación energética, y al alza la inflación subyacente", ha comentado Gavilán en Sevilla, donde ha respondido a preguntas sobre la coyuntura actual tras presentar el 'Informe Anual 2021' del supervisor.
Así, ha indicado que esa sensación de que habría que ajustar los cálculos de la subyacente se han visto reforzada por el dato adelantado del IPC de mayo divulgado este lunes, que apunta a que la inflación subió un 0,8% en mayo en relación al mes anterior e incrementó su tasa interanual cuatro décimas, hasta el 8,7%, por el encarecimiento de las gasolinas y de los alimentos. Mientras, la subyacente --sin alimentos no elaborados ni productos energéticos--, aumentó en mayo medio punto, hasta el 4,9%, su valor más alto desde octubre de 1995.
Al respecto, Gavilán ha señalado el contraste entre el dato de inflación general, que podría revisarse a la baja "por el mecanismo ibérico" de energía que España y Portugal ultiman con la Comisión Europea, en tanto que la subyacente puede seguir el camino contrario. "La subyacente es el resultado de integración entre agentes económicos. Ningún Gobierno tiene una capacidad inmediata de actuación", ha dicho, antes de agregar que "las dinámicas que estábamos viendo nos hacían pensar al alza" de la subyacente y tras el dato de este lunes, "quizá nuestra previsión sea más al alza de lo que teníamos previsto".
Gavilán ha agregado que "habrá que mirar con mucha atención" las implicaciones que durante los "próximos meses" tenga para la política monetaria y fiscal. En concreto, y al hilo de la segunda cuestión, ha apuntado que será especialmente necesario ver cómo afecta a hogares de renta baja, "los que más sufren", indicando que no es preciso "compensar vía bajadas de impuestos, sino de forma más directa a través del IRPF".