“Aunque comas una ensalada ponte la mesa como si fuera Navidad”. Toda una definición la frase de Rafael Antonin, un experto en petróleo de 65 años que perfora las redes sociales con sus recetas sencillas y asequibles, la vidriera que lo lanzó a la fama y lo convirtió en un influencer gastronómico con más de 600.000 seguidores en Instagram y 42.000 en Tik Tok.
Desde que entró en las redes, su comunidad de fanáticos no ha parado de crecer. Se preocupa por estar al día de todos los cambios de algoritmos y formatos. Sus perfiles virtuales llevan el acrónimo de rafuel55.
“En las casas se cocina menos. Entonces comencé a preparar las recetas que me acordaba de mi madre. Son para todo el mundo, no guardo secretos. Y la gente joven las ha copiado. Pero con la pandemia hubo más ganas de hacer cosas, de cocinar. Y eso fue importante. La comunicación en la casa está en la mesa”, considera Rafael, que también es un fanático de la jardinería, las plantas y los árboles.
Por citar un ejemplo, su tortilla de cruasanes cuenta con más de un millón de visitas y supera los 1.314 comentarios, de los que “800 de ellos ya están contestados”.
Hoy en día es uno de los instagrammers más queridos. “Rafuel, mis mejores recetas”, se llama el libro que publicó en abril pasado y que pronto tendrá una segunda edición. Sus seguidores son gente muy joven. El 15% de ellos tienen entre 18 y 24 años y un 40% de 25 a 34. Según dice Rafael, “la mayoría de ellos le han hablado de mí a sus madres”. Algunas de ellas le comentan que su canal les ayuda a recordar algunas recetas o adaptarlas con algunos de sus trucos.
Su amor por la cocina le viene desde muy pequeño. Rafael era el mayor de nueve hermanos y quien acompañaba a su madre a comprar. Eran tantos en la familia que ella necesitaba que alguno de ellos le pudiera ayudar a llevar las bolsas. Al llegar a casa, también entraba en la cocina para ayudarle a preparar la comida.
“Siempre me gustó comer bien y separar la comida del trabajo. La comida es un lugar para estar relajado y dejar de pensar. Es un momento para disfrutar, para crear. La jardinería es igual, como pescar en una barca, un tiempo de relajación”.