Está buscando la primera ronda de inversión que le permita clonar el primer prototipo, incluso sumándole nuevas tecnologías. Pero Cohen, uruguayo de nacimiento y radicado en Barcelona, ya tiene su MPV (mínimo producto viable) que fue una de las estrellas del MWC porque en vez de QR o realidad aumentada entregaba un trago listo para beber.
Mixo es un aparato robusto (ideal para ambientes con gente un poco "alegre de más") con una pantalla antibalas que muestra qué tragos disponibles tiene: solo hay que tomar un vaso descartable y seleccionar la opción, pagar con tarjeta contactless y ¡listo! En 15 segundos tenés una bebida lista para tomar, combinando botellas de distintos licores y gaseosas.
Mixo está ultimando su presentación de patentes y ajustando detalles para los siguientes prototipos, mientras camina hacia dos objetivos: montará este primer prototipo en un chiringuito de playa para someterlo a condiciones reales de mercado y busca inversores. "No vamos a ir a buscar inversores, estamos seguros que vendrán a nosotros", dice Cohen.
El modelo de negocio de Mixo no es ni vender ni alquilar los equipos sino cobrar una comisión sobre cada trago vendido: "el sector de la gastronomía y la restauración ha sufrido mucho y no está en condiciones de hacer inversiones -explica el emprendedor-; ofrecemos una solución lista para generar ingresos".
El uruguayo Cohen ya reclutó tres socios en Barcelona: dos españoles y un italiano, entusiasmados con las perspectivas de este desarrollo que tiene mucho de ingeniería por detrás.
Cargado con 50 botellas, un equipo Mixo puede entregar 500 vasos sin mantenimiento, lo que a un valor de € 10 el trago, implica una facturación interesante para eventos de alta concurrencia donde las barras de despacho se atascan.