Así, los partidos políticos han incorporado elementos del modelo de venta híbrida con el fin de alcanzar a diversas audiencias y adecuarse a las demandas de los votantes. De un lado, la presencialidad les brinda la oportunidad de establecer un contacto directo con los ciudadanos y transmitir su mensaje de manera personalizada. Por otro lado, la digitalización les posibilita alcanzar a una audiencia más extensa, especialmente a través de las redes sociales.
“La combinación de la presencialidad y la digitalización ha demostrado ser efectiva para llegar a más votantes y obtener mejores resultados electorales”, asegura Sergi Ramo, CEO de groWZ Consultants y experto en venta híbrida. Y agrega: “Gracias al uso de los elementos clave de la venta híbrida, los partidos políticos han logrado aumentar su eficiencia y reducir costes”.
En el contexto actual, el aprovechamiento de herramientas digitales como el correo electrónico y las redes sociales ha permitido a los partidos políticos reducir los gastos relacionados con la impresión y el envío de material electoral. Esta estrategia ha resultado en un significativo ahorro de recursos económicos para las formaciones políticas.
¿Digitalización del proceso electoral?
La digitalización electoral se consolida como una tendencia global. Países de diversas latitudes permiten a sus ciudadanos ejercer su voto desde la comodidad del hogar mediante plataformas digitales seguras y protegidas. Esta innovadora modalidad ha demostrado su eficacia, beneficiando especialmente a aquellos residentes en zonas remotas o con dificultades para acudir a los centros de votación de manera presencial.
“La digitalización en elecciones también puede aumentar la participación ciudadana. Al hacer que el proceso de votación sea más accesible, se espera que más personas se sientan motivadas para ejercer su derecho al voto”, asegura Sergi Ramo, experto en venta híbrida.
La mejora de la transparencia en los procesos electorales es otra ventaja significativa. Gracias a tecnologías como la cadena de bloques, se puede asegurar la integridad y seguridad de los votos, disminuyendo así el riesgo de fraude electoral.
“Como en cualquier sector donde se aplique la tecnología, es esencial garantizar que su uso sea seguro y protegido contra posibles hackeos o manipulaciones”, informa Ramo. “El equilibrio entre el proceso presencial y el digital, se vuelve exitoso cuando es accesible para todas las personas, incluyendo aquellas que no tienen acceso a la tecnología o que tienen necesidades especiales”, finaliza el experto.