¿Se puede ser una “mala feminista”? (pro y contra de guías y manuales)

(Por Maria Medina-Vicent, Universitat Jaume I) Comienza el día y se lanza al armario a buscar su camiseta preferida, esa con un lema que le da fuerza y le ayuda a enfrentarse a las precariedades con las que se va a encontrar hoy. Ahí está, una camiseta blanca e impoluta donde se puede leer en letras brillantes Girls can do anything (la de Stradivarius, no la de Zadig&Voltaire). Y así, como por arte de magia, se siente más fuerte, empoderada y dispuesta a dar lo mejor de sí misma para superar cualquier barrera.

Image description

¿Quién no tiene una de estas camisetas o una taza, un estuche, un bolso donde se puede leer algún lema a favor de la igualdad de género y de la fuerza femenina? En gran parte esto se debe a diversos cambios que se han ido produciendo en los últimos años por lo que respecta a la presencia del feminismo en la sociedad.

Muchos de los conceptos procedentes de la teoría feminista han pasado a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano, un hecho que se aprecia claramente en las conversaciones de pasillo o en las cenas familiares, en las que de repente escuchamos palabras como patriarcado, machismo, micromachismos, sororidad, deconstrucción, objetificación, etc.

Pero ¿cómo han llegado estos conceptos a nuestra vida cotidiana? La aparición de las guías y manuales para el feminismo ha contribuido sobremanera a esta popularización del feminismo, como lo denomina Sarah Banet-Weiser.

Algunos sucesos acontecidos a partir de 2018 han hecho posible este nuevo escenario. Dicho año estuvo marcado por una eclosión del movimiento feminista en las calles, en las pantallas y en los hogares. Surgieron movimientos como #niunamenos, #metoo, #yosítecreo, #UnVioladorEnTuCamino, etc. que consiguieron hacer visible la violencia contra las mujeres en diferentes contextos sociales.

En el caso español, lo hemos visto más recientemente tras el impacto social de la serie documental de Telecinco Rocío, contar la verdad para seguir viva.

Manifestación en San Francisco (EE.UU.) en 2018 con un cartel del movimiento #MeToo. Shutterstock / Sundry Photography

Manuales feministas para todo

Las guías y manuales del feminismo vienen a ofrecer herramientas, argumentos y conceptos para abordar diferentes problemáticas. Por ejemplo, aquellas que tratan de hacer visible la aportación de mujeres en diferentes ámbitos, como Herstory: una historia ilustrada de las mujeres; aquellas que dan consejos sobre cómo ser feminista, como Diario de una rebelde: Guía de insumisión y supervivencia, o las que difunden de forma directa las bases de dicho movimiento, como Feminisme de butxaca. Kit de supervivència.

Consejos para “ser feministas”

Un análisis de este tipo de literatura nos mostrará rápidamente la gran variedad de temáticas que se aborda en ellas: desde la sexualidad femenina a la violencia contra las mujeres, pasando por la educación infantil en igualdad y la maternidad. No obstante, y en especial, al tratar aquellas obras que adquieren el formato de un manual o una guía de difusión del feminismo, nos encontramos con un conjunto de claves y consejos para aquellas personas que quieren “ser feministas”.

Esto nos impele a plantearnos quién o sobre qué bases se define el ser feminista. Además, cualquier obra que se pretenda manual acabará adquiriendo un tono prescriptivo y moralizante, definirá lo que es correcto e incorrecto cuando se trata de ser feminista o qué supone ser una “buena feminista”.

Las aportaciones de Shani Orgad y Rosalind Gill sobre la cultura de la confianza pueden arrojar luz sobre esta popularización del feminismo a través de los manuales y guías de corte divulgativo.

Dichas autoras argumentan que los imperativos dirigidos a las mujeres sobre “amar su cuerpo” y “creer en sí mismas”, que son en gran parte los que encontramos en este tipo de literatura, implican que las injusticias sociales sean concebidas como problemas psicológicos individuales. Es decir, que los mensajes enmarcados dentro de esta cultura de la confianza exigen de las mujeres una introspección y vigilancia casi constantes al servicio de la superación personal.

Esto va ligado de forma generalizada a la profusión de la cultura del pensamiento positivo y la industria de la felicidad que difunde entre la población la negación de las emociones “desagradables” entendiéndolas como improductivas. De este modo, la popularización del feminismo enmarcada en dicha cultura de la confianza y del pensamiento positivo puede acabar difundiendo las bases de dicho movimiento en líneas individualistas y neoliberales, algo que constituiría un “ser feminista” autosuficiente, introspectivo y alejado de la noción colectiva de la lucha feminista.

Shutterstock / nataliajakubcova

¿Consejos contraproducentes?

Establecer consejos sobre cómo ser feminista puede resultar contraproducente si se pierde de vista la estructura social que define qué sentido último tiene. Sobre todo teniendo en cuenta que, dependiendo del contexto particular de cada mujer, habrá unas luchas que se volverán más urgentes que otras. Es decir, que existen tantos feminismos como opresiones.

En este sentido, las guías y manuales del feminismo pueden ofrecer claves para una primera toma de contacto con dicho movimiento. Pero no deben convertirse en el espejo en el que nos miremos para construir la imagen de una “buena feminista” o para discernir si cumplimos con los requerimientos de dicha imagen. Porque llevar a cabo esa operación supondría alejar el foco de atención de lo que realmente debe preocupar al feminismo, esto es, la transformación social.

Aunque también es cierto que este incremento en la divulgación de los principios del movimiento feminista puede estar configurando un nuevo escenario social en el que, frente a la vivencia individual de desigualdades y precariedad, cada cuál acabe preguntándose ¿Qué haría De Beauvoir…? y respondiendo de forma colectiva.

Maria Medina-Vicent, Profesora Ayudante Doctora (FIlosofía), Universitat Jaume I

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

The Conversation

Tu opinión enriquece este artículo:

Los top mundiales del pádel, Álex Ruiz y Gemma Triay, embajadores de Cantabria Labs y NDL Pro-health

Cantabria Labs y NDL Pro-Health han anunciado hoy, en un evento de presentación que ha tenido lugar en la Ciudad de la Raqueta, en Madrid, sus dos nuevos patrocinios deportivos: los jugadores de pádel Álex Ruiz y Gemma Triay. Con esta alianza, ambas compañías refuerzan su compromiso con la promoción del deporte español explorando nuevos territorios dentro de su estrategia de patrocinios: el pádel.

Iberia aterriza en el corazón de la Gran Vía de Madrid (en un espacio de 1.100 m2, distribuidos en dos plantas)

Abre sus puertas, por tercer año consecutivo, el Espacio Iberia y lo hace en esta ocasión en la principal arteria comercial de Madrid, en Gran Vía 48. Un espacio de 1100 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas, donde los clientes de la aerolínea y el público en general podrán disfrutar de todo lo que ofrece Iberia, vivir experiencias únicas a través de la realidad virtual, sentirse uno de los primeros viajeros de la aerolínea gracias a la recreación de uno de sus primeros aviones, o descubrir el servicio que se ofrece a bordo de los A350 de nueva generación en sus tres tipos de cabina: Business, Turista Premium y Turista.

Fnac vuelve a reunir por Sant Jordi a cientos de escritores y escritoras en sus carpas de firmas (Juan Antonio Bayona y Alice Kellen, entre los autores presentes)

Fnac celebra el día del libro reivindicando la lectura para todos con los mejores autores del panorama cultural español firmando en sus carpas el próximo 23 de abril. Sant Jordi viene cargado de lanzamientos muy especiales, donde más de 250 autores se reunirán para firmar sus publicaciones y charlar con los lectores entre rosa y rosa. Entre los asistentes al evento que paraliza las calles de Barcelona, está el director de cine Juan Antonio Bayona, la humorista y presentadora Paz Padilla y autores como Alice Kellen, Javier Castillo o Carmen Serna, entre muchos otros.

Tres preguntas fundamentales (del índice 3D y fruto de más de 15 años de investigación) para saber si las empresas cumplen su propósito

(Carlos Rey, Universitat Internacional de Catalunya; Ángel Alloza Losana, ESADE y Clara Fontán Gallardo, Universidad Loyola Andalucía) Una empresa con propósito tiene entre sus objetivos que su actividad aporte un legado en el ámbito social. Este compromiso hace que muchas empresas tengan en sus páginas web su declaración de propósito. Pero ¿realmente miden en qué grado está presente ese propósito en cómo piensan, sienten y actúan sus empleados? La mayoría de las organizaciones no lo hace.

Éste sitio web usa cookies, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de cookies.